LD (Agencias) La primera oportunidad para el aterrizaje este lunes, al término de una misión de 14 días, comenzó a las 9:43 horas, y el control de misión comunicó a Collins que había nubes a unos 300 metros de altura, y lluvias intermitentes, por lo cual era aconsejable esperar a que mejoraran las condiciones en el sur de Florida.
La nave continuó una órbita más, y a las 11:00 horas, cuando sobrevolaba Oriente Medio con rumbo al sur de Australia, Collins recibió del control de misión la orden de aplazamiento del descenso.
Este martes la primera oportunidad para el aterrizaje será a las 11:09 horas y la segunda será a las 12:43, en Florida. Otras oportunidades serán a las 14:13 horas y a las 15:48 en la base Edwards de la Fuerza Aérea en California.
El Discovery lleva a cabo la primera misión de un transbordador espacial desde que el 1 de febrero de 2003 el Columbia se desintegró cuando retornaba a la Tierra, lo que causó la muerte de sus siete astronautas. El Discovery, además, hizo la primera visita de un transbordador, con equipos y suministros, a la estación espacial internacional Alfa desde que en octubre de 2002 viajó el Endeavour hasta ese puesto orbital, a 385 kilómetros de la Tierra.
La operación de descenso comienza con el encendido por tres minutos y siete segundos de los dos motores en la popa del transbordador, lo cual saca a la nave de su órbita y la lanza a unos 26.000 kilómetros hacia la Tierra. La fase más peligrosa comienza unos 30 minutos más tarde cuando la nave ingresa en la atmósfera y la fricción eleva la temperatura a unos 1.300 grados Celsius en la superficie del vientre del transbordador, recubierta con más de 24.000 losetas de cerámica que proveen aislamiento térmico.
Durante esta misión, un astronauta del Discovery, Stephen Robinson, efectuó una reparación sin precedentes del transbordador en órbita, cuando fue trasladado cerca del vientre de la nave y retiró manualmente dos tiras de relleno entre losetas cerámicas.
La investigación del desastre del Columbia indicó que algunos trozos de espuma aislante del tanque exterior de combustible, desprendidos durante el lanzamiento, habían dañado las losetas térmicas del transbordador, lo cual permitió la irrupción de gases extremadamente calientes durante el retorno a la atmósfera.
La nave continuó una órbita más, y a las 11:00 horas, cuando sobrevolaba Oriente Medio con rumbo al sur de Australia, Collins recibió del control de misión la orden de aplazamiento del descenso.
Este martes la primera oportunidad para el aterrizaje será a las 11:09 horas y la segunda será a las 12:43, en Florida. Otras oportunidades serán a las 14:13 horas y a las 15:48 en la base Edwards de la Fuerza Aérea en California.
El Discovery lleva a cabo la primera misión de un transbordador espacial desde que el 1 de febrero de 2003 el Columbia se desintegró cuando retornaba a la Tierra, lo que causó la muerte de sus siete astronautas. El Discovery, además, hizo la primera visita de un transbordador, con equipos y suministros, a la estación espacial internacional Alfa desde que en octubre de 2002 viajó el Endeavour hasta ese puesto orbital, a 385 kilómetros de la Tierra.
La operación de descenso comienza con el encendido por tres minutos y siete segundos de los dos motores en la popa del transbordador, lo cual saca a la nave de su órbita y la lanza a unos 26.000 kilómetros hacia la Tierra. La fase más peligrosa comienza unos 30 minutos más tarde cuando la nave ingresa en la atmósfera y la fricción eleva la temperatura a unos 1.300 grados Celsius en la superficie del vientre del transbordador, recubierta con más de 24.000 losetas de cerámica que proveen aislamiento térmico.
Durante esta misión, un astronauta del Discovery, Stephen Robinson, efectuó una reparación sin precedentes del transbordador en órbita, cuando fue trasladado cerca del vientre de la nave y retiró manualmente dos tiras de relleno entre losetas cerámicas.
La investigación del desastre del Columbia indicó que algunos trozos de espuma aislante del tanque exterior de combustible, desprendidos durante el lanzamiento, habían dañado las losetas térmicas del transbordador, lo cual permitió la irrupción de gases extremadamente calientes durante el retorno a la atmósfera.