L D (Europa Press) Tras guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado del 11-M en Madrid y de que se leyera un comunicado de condena de las letras de la chirigota "Los polluelos con pelos en los huevos", varios jóvenes han comenzado a entrar en locales comerciales como uno de la cadena Zara, que se vio obligado a cerrar precipitadamente después de que los manifestantes tirasen ropa por el suelo.
Al llegar a la Delegación del Gobierno, en el centro de la ciudad, los exaltados comenzaron a tacar varios kioscos, y arrojaron adoquines contra algunos establecimientos, rompiendo los escaparates de varios llegando incluso a empotrarse contra ellos subidos en motocicletas. Los efectivos de la Policía Nacional llegados desde Sevilla, así como los agentes locales, tardaron varios minutos en recuperar la calma.
Mohamed Ali, presidente de la UDCE, condenó el comportamiento de ese medio centenar de jóvenes y pidió a la población que "sepa diferenciar" la actitud de esos exaltados con el de los 3.000 musulmanes que asistieron pacíficamente a la manifestación que recorrió toda la ciudad durante 90 minutos.