Colabora

La Justicia avala la imposición del catalán

Manuel Nevot, el comerciante que consiguió sentar en el banquillo a la Generalidad por su política lingüística, ha perdido la primera batalla judicial. Un juzgado de Barcelona ha desestimado su recurso contra la multa que le puso la Generalidad por rotular en castellano.

El juez, del Juzgado Contencioso-Administrativo número 9 de Barcelona, ha desestimado el recurso que presentó Manuel Nevot, dueño de Finques Nevot, a la multa que le impuso en 2007 la Agencia Catalana de Consumo, que depende de la Generalidad, por no rotular en catalán y por no tener las hojas de reclamación obligatorias.

Además también desestima plantear una cuestión de constitucionalidad contra algunos artículos de la Ley de Política Lingüística.

Nevot fue multado con 400 euros porque el rótulo principal de su tienda no estaba en catalán y con otros cuatrocientos por no tener un cartel que anunciara la existencia de un libro de reclamaciones. Según explicó hace unas semanas, cuando inauguró su oficina, en 1982, colocó un cartel de 12 metros de largo que dice Fincas Nevot API, rústicas, solares y terrenos. Con la normativa que obligaba a rotular al menos en catalán grabó Finques Nevot en el escaparate. Para la Generalidad, no fue suficiente.

Convivencia Cívica Catalana ha anunciado que interpondrá un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra el fallo. Considera que la sentencia supone "un grave atentado a los principios básicos de un Estado de derecho" y que consagra un "orden político en el que el gobierno lo puede todo y en el que los ciudadanos se hallan sin ningún tipo de recurso ante el poder, lo que contradice los principios básicos de la democracia".

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario