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La Junta de Castilla-La Mancha achaca a una "situación impredecible" el accidente de Puertollano

El informe de la Junta de Castilla-La Mancha sobre las causas del accidente de la planta de Repsol Puertollano, ocurrido el 14 de agosto, concluye que la empresa no realizó "un completo análisis de riesgos y sus consecuencias" en relación a las numerosas circunstancias que provocaron el suceso. Pese a esta crítica, admite que hubo una situación impredecible.

L D (EFE) El consejero de Industria y Trabajo, Alberto Sáiz, dio a conocer este sábado las conclusiones de la investigación realizada por su departamento sobre este accidente, que causó la muerte de nueve trabajadores, y que fue producto de "una concurrencia de múltiples causas y de la confluencia de numerosas circunstancias cuyos efectos se fueron acumulando e interrelacionando".

Los informes elaborados por la Consejería, uno en materia de seguridad industrial y otro en materia de condiciones laborales, concluyen que la empresa vulneró diferentes artículos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y del Reglamento de Instalaciones Petrolíferas, que motivarán procedimientos administrativos sancionadores. Los informes de la Consejería de Industria y Trabajo y sus conclusiones han sido remitidos a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para su conocimiento y efectos oportunos, así como al Juzgado de Instrucción de Puertollano.

Los hechos que dieron origen al accidente se remontan al 29 de julio cuando, a consecuencia de un incendio en las cercanías de la refinería, se produjo un corte de suministro eléctrico que conllevó una parada de producción no prevista en la planta de Repsol. Tras una parada, el proceso de arranque conlleva un periodo de tiempo donde la planta no está equilibrada, ni lo están los productos que resultan de esa situación, denominados "fuera de especificación", que generan gases y que se almacenan en un tanque atmosférico para después, cuando se normaliza la situación, recuperarlos, tratarlos y comercializarlos. Normalmente, este proceso suele durar de seis hasta diez horas si la puesta en marcha de la planta es atípica, pero en el caso de Repsol Puertollano el proceso de arranque se prolongó desde el 10 de agosto hasta el día del accidente debido a una obstrucción parcial en el sistema de adición del catalizador. Esto provocó que el tanque atmosférico donde se almacenan esos productos fuera de especificación alcanzara un considerable nivel de llenado y una gran cantidad de gases que presionaron el techo flotante del depósito hasta levantarlo, lo que permitió la emisión de gases al exterior. Los gases se desplazaron en dirección del viento y, al ser más pesados que el aire, no se dispersaron y quedaron en el entorno del tanque y otras zonas adyacentes.

El informe de la Junta de Comunidades señala que la explosión del 14 de agosto se produjo cuando esos gases entraron en contacto con un foco de ignición.

Las numerosas circunstancias que motivaron el accidente suponen, en palabras del consejero, una "situación impredecible" que "no estaba valorada como riesgo porque no se conocía" pero, en cualquier caso, "la empresa es responsable de la seguridad de la planta y de valorar todas las situaciones de riesgo". En opinión del consejero, las condiciones laborales de la planta de Repsol no influyeron en las causas del accidente y los trabajadores de la refinería "conocían bien el trabajo que tenían que hacer" según su manual de procedimiento, en el que no estaba contemplado el conjunto de circunstancias que originaron el suceso.


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