La Junta condecora al presidente del TSJA antes de que decida sobre el caso Matsa

Resulta sorprendente que en una democracia unos poderes del Estado condecoren a otros puesto que lo normal es de que controlen unos a otros y sus relaciones no sean precisamente afables. En este caso, más curiosa es aún la condecoración de Hijo Predilecto concedida al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Augusto Méndez de Lugo, por la Junta de Andalucía, que tiene intereses varios en las decisiones que el TSJA tiene que tomar sobre asuntos del máximo interés.

Por ejemplo, tiene que decidir sobre la responsabilidad o no del presidente de la Junta y su gobierno por no haber querido abrir expediente sancionador al ex presidente Chaves por incumplimiento presunto de la Ley de Incompatibilidades en el caso Paula Chaves y la concesión de una subvención a fondo perdido de 10 millones de euros a la empresa que apoderaba.

Hasta ahora, el PSOE nunca ha negociado con la oposición la concesión de estas distinciones. Por ejemplo, el PP ha pedido una distinción para Cáritas y Cruz Roja que no han sido consideradas oportunas.

La Junta ya se ha adelantado a decir que tal condecoración no debe influir en los asuntos pendientes. Según El Mundo, el consejero de la Presidencia, Antonio Ávila, ha señalado que este nombramiento no tiene por qué afectar a las causas judiciales que la Junta tiene pendientes (por ejemplo, el Contencioso-Administrativo por el caso Matsa, que lo verá el TSJA), ni menoscaba la independencia judicial, aunque, según ha dicho, respeta las interpretaciones que pudieran hacer quienes piensan lo contrario.

En Méndez de Lugo se dan algunas circunstancias que pueden iluminar la distinción de la Junta. Por una parte, fue una ayuda de gran importancia para el gobierno socialista en la exigencia de traspaso de las competencias de Justicia a la Junta de Andalucía, Recuérdese que el PSOE, que nunca reclamó esta competencia a Felipe González, lo hizo de manera inmediata en cuento el PP llegó al gobierno en 1996. Finalmente, logró tal traspaso sin que el mismo haya mejorado la situación de la Justicia en Andalucía al decir del Colegio de Abogados de Andalucía.

En segundo lugar, apoyó de manera expresa el contenido del Estatuto de Andalucía aunque el PP ya había manifestado que no todos sus artículos eran constitucionales y que, finalmente, tuvo que ser "podado" en más de cien artículos para dotarlo de la debida legalidad en el Congreso de los Diputados.

En tercer lugar, es el único presidente del TSJA que ha repetido en el cargo durante tres mandatos en lo que no puede ser ajena la buena relación que mantiene con los dirigentes socialistas andaluces. De hecho, ha sido el propio Griñán  quien le ha telefoneado para comunicarle la concesión del premio. Junto a él, ha recibido la llamada de Begoña Álvarez, consejera de Justicia y de Administración Pública, precisamente la que elevó al consejo de gobierno de la Junta el informe técnico que liberaba a Chaves de toda responsabilidad en el caso de las subvenciones a la empresa de su hija.

En cuarto lugar, se opuso a la huelga de jueces desatada por los errores y agravios del caso Mariluz.

Antes de que pase mucho tiempo, el condecorado Méndez de Lugo deberá decidir sobre el caso Matsa. El PP, como es sabido, presentó un recurso ante el TSJA por la actitud de la Junta y del presidente Griñán que consideraron que el comportamiento de Chaves se ajustó a la Ley de Incompatibilidades de la Junta en la concesión de los 10 millones de euros a la empresa apoderada por su hija. Además tendrá que decidir otro asunto: el de los soleras entregados por el gobierno a la Junta en concepto de deuda histórica. Pero pase lo que pase, la distinción ya la tiene el presidente del TSJA.