L D (EFE) Este sábado por la tarde, una fuga de azufre procedente de la fábrica afectó a la barriada de Puente Mayorga y, aunque según la Administración autonómica no se superó el valor legal de la directiva comunitaria en materia de calidad respirable del aire, los vecinos sí sufrieron dificultades respiratorias durante una media hora.
Cepsa informó durante esta jornada en una nota de que el fallo se produjo en la planta número 5, al detectarse un nivel de humo superior al habitual, que se disipó poco tiempo después, y precisó que avisó de los hechos tanto al Centro de Coordinación de Emergencias (CECEM) como a la Consejería de Medio Ambiente. La empresa explicó que se actuó rápidamente bajando la carga de las unidades y posteriormente, se llegó a parar la unidad de azufre número 5. Una vez que se alcanzaron los niveles habituales de humo, se volvió a poner en marcha la unidad al final de la tarde de ayer.
A pesar de ello, la consejera de Medio Ambiente ha anunciado su intención de convocar a la empresa a una reunión en la que la pretensión de la Junta es "restringir aún más las condiciones de actividad que Cepsa tiene en el entorno del Campo de Gibraltar porque ya son muchos los incidentes que ha tenido -dos en un mes-".
Con anterioridad a esta última fuga de azufre, la refinería sufrió el pasado 30 de marzo un fallo eléctrico que provocó niveles altos de antorcha y humo en las chimeneas, aunque según Cepsa no hubo riesgo para la población. Ya entonces la Administración autonómica anunció que sancionaría a la compañía si detectaba niveles de gases superiores a lo permitido, y ahora ha ordenado la apertura de un expediente informativo a Cepsa, ya que, según la consejera, "en el siglo XXI no podemos permitir que haya errores de este tipo".
La empresa da ya por "totalmente normalizada" la situación en la refinería y asegura estar dispuesta a acudir a cualquier reunión que convoque la Junta de Andalucía "sin ningún inconveniente". Por su parte, la organización ecologista Verdemar-Ecologistas en Acción, que fue la que este sábado denunció la fuga, aplaudió por su parte el anuncio de la Junta de Andalucía de estudiar la posibilidad de restringir la actividad de la refinería San Roque-Gibraltar, tras la fuga de azufre que sufrió ayer, aunque cree que "llega tarde".
Raquel Ñeco, portavoz de Verdemar, señaló que ya han sido muchos los accidentes, vertidos e incendios que han tenido que padecer los vecinos de las barriadas sanroqueñas de Puente Mayorga y Campamento a consecuencia de la actividad de esta factoría. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se ha inhibido en este asunto porque, según explicó a los periodistas, los problemas de contaminación son competencia de las comunidades autónomas.
Cepsa informó durante esta jornada en una nota de que el fallo se produjo en la planta número 5, al detectarse un nivel de humo superior al habitual, que se disipó poco tiempo después, y precisó que avisó de los hechos tanto al Centro de Coordinación de Emergencias (CECEM) como a la Consejería de Medio Ambiente. La empresa explicó que se actuó rápidamente bajando la carga de las unidades y posteriormente, se llegó a parar la unidad de azufre número 5. Una vez que se alcanzaron los niveles habituales de humo, se volvió a poner en marcha la unidad al final de la tarde de ayer.
A pesar de ello, la consejera de Medio Ambiente ha anunciado su intención de convocar a la empresa a una reunión en la que la pretensión de la Junta es "restringir aún más las condiciones de actividad que Cepsa tiene en el entorno del Campo de Gibraltar porque ya son muchos los incidentes que ha tenido -dos en un mes-".
Con anterioridad a esta última fuga de azufre, la refinería sufrió el pasado 30 de marzo un fallo eléctrico que provocó niveles altos de antorcha y humo en las chimeneas, aunque según Cepsa no hubo riesgo para la población. Ya entonces la Administración autonómica anunció que sancionaría a la compañía si detectaba niveles de gases superiores a lo permitido, y ahora ha ordenado la apertura de un expediente informativo a Cepsa, ya que, según la consejera, "en el siglo XXI no podemos permitir que haya errores de este tipo".
La empresa da ya por "totalmente normalizada" la situación en la refinería y asegura estar dispuesta a acudir a cualquier reunión que convoque la Junta de Andalucía "sin ningún inconveniente". Por su parte, la organización ecologista Verdemar-Ecologistas en Acción, que fue la que este sábado denunció la fuga, aplaudió por su parte el anuncio de la Junta de Andalucía de estudiar la posibilidad de restringir la actividad de la refinería San Roque-Gibraltar, tras la fuga de azufre que sufrió ayer, aunque cree que "llega tarde".
Raquel Ñeco, portavoz de Verdemar, señaló que ya han sido muchos los accidentes, vertidos e incendios que han tenido que padecer los vecinos de las barriadas sanroqueñas de Puente Mayorga y Campamento a consecuencia de la actividad de esta factoría. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se ha inhibido en este asunto porque, según explicó a los periodistas, los problemas de contaminación son competencia de las comunidades autónomas.