Es la forma habitual de reaccionar de un régimen en situación de emergencia. Ya Javier Arenas, presidente del PP, denunció hace dos años cómo la Junta de Andalucía amenazó, presionó y trató de aislar a los padres que se oponían a Educación para la Ciudadanía. Ahora, son los propios empleados públicos los que denuncian intimidaciones hacia quienes protestan contra la estrategia del gobierno Griñán de colar a los "enchufados" en empresas públicas y fundaciones bajo la excusa de mantener el empleo. Los abucheos a los representantes del gobierno socialista, que comenzaron en el desfile del 12 de octubre, siguieron en Andalucía con la pitada monumental a Manuel Chaves en Sevilla.
Han continuado ayer con las protestas y abucheos al presidente Griñán en Jerez y a Gaspar Zarrías en Jaén. Ante esto, altos cargos de la Junta de Andalucía, cuenta la plataforma Defiendo mi derecho, están presionando e intimidando a sus funcionarios para que abandonen las protestas que iniciaron hace semanas contra el decreto de reordenación del sector público.
La denuncia de estas amenazas están presentes en una carta publicada en el blog de la Asociación, tras el encierro protagonizada por los empleados andaluces en la Consejería de Agricultura, que es la que sigue:
Buenos Días a todos:
Ayer después de una larga jornada de encierro en la Consejería de Agricultura y Pesca, me dispongo a hablaros de todo lo que pasó con pelos y señales, y de como una protesta de reivindicación contra la creación de las agencias se vio desvirtuada, en parte, por la pésima actuación de una "ALTA CARGA" de cuyo nombre no quiero acordarme pero cuyo carácter es más fuerte que el de una peña y que actuó de una forma no muy liviana.
Todos estamos de acuerdo que como su puesto requiere debe de actuar según unos criterios, pero no justifica que nos tratara como a delincuentes solamente por reivindicar nuestro derecho ¡que también es el suyo! porque no debe de olvidar que ella también es funcionaria y cuando baje de "las nubes" a la tierra estará en nuestra misma situación, puesto que últimamente parece que las nubes son poco densas y la gente cae con facilidad.
Todo comenzó con un comunicado a los jefes del servicio para que controlaran estrictamente el horario de todos los que estuviéramos en el patio, horario que en esta Consejería nos controlan con un sistema de tornos puesto que no tenemos la "presunción de inocencia" que parece que sí tienen los altos cargos como ella, ya que no pasan por los citados tornos después de... por ejemplo, un largo desayuno de "algo más de 20 minutos" que es lo que nosotros tenemos y como se decía en un antiguo programa de televisión: "hasta aquí puedo leer".
No le fue suficiente con ello y por eso nos grabaron y controlaron con las cámaras de seguridad del recinto para ver que compañer@ estábamos allí, y por la tarde a más de un@ les dijo: "¿sabes pasar por debajo de la valla es una falta muy grave?"
Todo ello fue porque por la mañana en un desayuno de unos 300 empleados salimos a la calle ¡3 minutos! para unirnos a unos compañeros que vinieron de otras Consejerías a estar con nosotros en el desayuno y que no les dejaron entrar, así que ¿cómo vamos a pasar 300 personas por 5 tornos a la vez? Le dijimos a seguridad que levantara la barrera unos ¡'3 minutos! y ante la negativa pasamos por debajo por que todos somos uno.
En las palabras que ahora escribo no quiero que se vea ni un ápice de amenaza pero si mucho de realidad puesto que AHORA TODOS JUNTOS TENEMOS UN PODER PARA TUMBAR A CUALQUIERA que esté en las alturas ya que tenemos el derecho de nuestra mano, los medios de comunicación, y el convencimiento moral que nos hace fuertes como un roble.
Al igual que ayer tenemos que centrarnos en que se derogue el Decreto de creación de las Agencias y todo lo demás lo comentamos pero está de más.
Animo que la unión hace la fuerza..
P.D. 3 furgones de la policia 3 coches patrulla y una moto fueron las fuerzas de seguridad que estuvieron presentes, tenemos fuerza hasta para convocarlos a ellos "nuestros compañeros", gracias por vuestra amabilidad y comprensión.
Al parecer, pues, también se están utilizando las cámaras de seguridad que se usan para vigilar los vehículos para controlar a los funcionarios que secundan la protesta. Según El Mundo, en la Consejería de Medio Ambiente también ha habido contactos entre altos cargos y trabajadores para que no se sumen a las manifestaciones. En este caso, los presionados son empleados con «contratos específicos» que trabajan en la Junta como autónomos, a quienes un alto cargo advirtió que sus puestos no peligraban con el decreto, pero «el que se mueva, está en la calle».
El total de trabajadores de la Administración autonómica afectados por el decreto asciende a 23.476 personas, de las que 2.069 son funcionarios, 1.474 son personal laboral de la Junta -sometidos al convenio colectivo de la Administración regional- y el resto, 19.933 personas, personal laboral contratado directamente por las diferentes empresas públicas.
Estas 19.933 personas contratadas por las empresas públicas, sin pasar por ninguna oposición, se van a convertir en fijas. Este es el origen de las protestas.