(Libertad Digital) Las lluvias torrenciales caídas en Madrid el pasado miércoles pusieron a prueba las obras de la M-30 del alcalde Ruiz Gallardón. En este sentido, parte de los equipos de bombeo de los túneles no estaban en funcionamiento lo que provocó que se llenaran de agua y cortarán el tráfico durante varias horas.
De hecho, los más de 60 litros por metro cuadrado que cayeron en la capital de España provocó que las bombas situadas en el subsuelo no pudieran expulsar el agua lo que anegó todos los carriles de la circunvalación madrileña. Sin embargo, los técnicos aseguraron que los problemas de inundaciones no son responsabilidad de las obras sino de los equipos de bombeo no operativos.
Otra de las posibilidades que podrían explicar el caos producido en Madrid sería la escasez de obras de acondicionamiento en la superficie. Pero el Ayuntamiento se ha justificado diciendo que el problema fue la llegada de las primeras lluvias de la temporada, las que calificó de "excepcionales".