La Iglesia se movilizará contra el matrimonio homosexual

L D (EFE) El empeño "es importante", han comentado fuentes eclesiales, "está en juego algo tan trascendente como el verdadero matrimonio, la familia y el bien común. La sociedad no puede permanecer indiferente a esta agresión y es necesario interpelar a la conciencia de los políticos para que la propuesta del Gobierno no sea ratificada por el Parlamento".

Mientras que Martínez Camino, secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal, perfila con su equipo la estrategia y acciones a desarrollar para que el mensaje de la Iglesia "llegue nítido, puntual y con claridad a la calle", los obispos mantienen su personal cruzada mediante las cartas pastorales, y las asociaciones de laicos se movilizan contra el matrimonio homosexual.

El Foro Español de la Familia (FEF), que aglutina a diversas organizaciones y asociaciones de defensa de la concepción cristiana del matrimonio y la familia presentó el 24 de septiembre una campaña destinada a reunir las quinientas mil firmas necesarias para que el Congreso debata una iniciativa legislativa popular dirigida a impedir este tipo de matrimonios.

En concreto, la propuesta prevé modificar el artículo 44.1 del Código Civil "de forma que se especifique expresamente que la unión matrimonial es la posible para el hombre y la mujer"; y el artículo 175.4, de modo que "fuera de la adopción por el marido y la mujer, nadie puede ser adoptado por más de una persona".

El pasado 27 de septiembre, el cardenal Julián Herranz, miembro del Opus Dei y presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, (uno de los más importantes organismos del Vaticano) denunció el "fundamentalismo laicista" que está tratando de aplicarse en España por el actual gobierno socialista, declaraciones que fueron recogidas por L'Osservatore Romano.

El purpurado español hizo esta constatación al celebrar en la Basílica de San Agustín de Roma una eucaristía en sufragio del cardenal Marcelo González Martín, recientemente fallecido, y dijo que comparte "esa seria preocupación" de la Conferencia Episcopal Española "de que el concepto democrático de laicidad del Estado se está trasformando en España en otro concepto diferente: el de fundamentalismo laicista".

El cardenal expresó su temor de que ese "laicismo agresivo llegará a tener repercusiones muy negativas" en sectores y valores fundamentales de la sociedad "como son sobre todo la institución matrimonial, la familia y la educación de la juventud".

El colectivo E-Cristians, en el que están representados asociaciones y movimientos eclesiales como Comunión y Liberación y el Regnum Christi, la Fundación San Pablo-CEU con alguno de sus centros educativos, y el arzobispado de Barcelona, ha hecho un "llamamiento a participar en la acción" bajo el eslogan "todo niño tiene derecho a un padre y una madre".

El colectivo que preside Josep Miró y Ardevol, ha convocado concentraciones de padres y madres en Barcelona y otras ciudades españolas para firmar "la Declaración de Voluntades por parte de padres y madres, conforme que en el supuesto de que fuera necesaria la adopción de sus hijos, ésta se pudiera producir garantizando un padre y una madre y rechazando la posibilidad de que sea una persona aislada o una pareja homosexual quien se haga cargo". E-Cristians también elaboró un documento pidiendo un referéndum sobre el matrimonio homosexual.

En relación con la postura de la jerarquía eclesiástica española, y junto a los textos que ha venido haciendo públicos la Conferencia Episcopal, también los obispos, a nivel particular y desde que el Gobierno anunció su intención de presentar este proyecto de ley, iniciaron un "goteo" de declaraciones y cartas pastorales oponiéndose a esta regularización legal.

El arzobispo de Toledo Antonio Cañizares, primado de España, y uno de los prelados más combativos contra las iniciativas legislativas propuestas por el Gobierno en temas de matrimonio, divorcio, familia y enseñanza religiosa, afirmó en una reciente homilía que la propia idea de un matrimonio homosexual "es un engaño que contradice la misma esencia del matrimonio". Dirigiéndose a los políticos católicos les advirtió de que "...no podrán cooperar con su voto o adhesión a esta clase de legislación, que, por ir contra el bien común y la verdad del hombre, sería propiamente inicua".

Advirtió también al Gobierno que "no nos amedrenten con la amenaza de que nos puedan quitar las alforjas; la Iglesia católica sabe vivir en pobre; como no sabe o no debe saber vivir es no anunciando a Jesucristo y el único Señorío de Dios, o vendiéndose por riquezas", afirmó monseñor Cañizares.