L D (EFE) Martínez Camino hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa para informar sobre la Asamblea Plenaria de los obispos, que concluyó sus trabajos el pasado viernes, y al ser preguntado por la campaña para fomentar el uso del preservativo que presentó esta mañana la ministra de Sanidad. El portavoz de los obispos dijo que no está probado científicamente que el uso del preservativo impida el contagio de la enfermedad, tachó de irresponsabilidad a quienes "ponen en las manos" de un menor un condón diciéndole que es la manera de practicar el sexo seguro, y, aunque aceptó tras varias preguntas la teoría del "menor mal posible" para evitar riesgos, recalcó que "el preservativo no es igual a sexo seguro, sino menos inseguro".
Camino, en respuesta a varias preguntas que se le hicieron sobre esta cuestión, manifestó que existe un alto número de contagios de SIDA con el uso del preservativo; que los científicos no se ponen de acuerdo sobre los fallos, en un porcentaje que va del cuatro al quince por ciento, del condón en su prevención, y que la Iglesia ofrece la "antropología cristiana" como solución a estos problemas "vinculados a la promiscuidad sexual".
Hay estadísticas, precisó, que demuestran que la incitación a la promiscuidad, mediante campañas que hablan de sexo seguro con el uso del preservativo, aumentan los contagios, cuando el sexo seguro solo se logra "en la fidelidad y en el ejercicio responsable de la sexualidad integrada en las relaciones personales no mutiladas", sin olvidar el problema grave de las relaciones humanas y de las bases de la sociedad como son el matrimonio y la familia.
Martínez Camino precisó también que la Iglesia "está en la vanguardia de la lucha contra esta pandemia, no solo aquí sino también en Africa, uno de los continentes más castigados", por lo que no es "aceptable que se nos acuse de no contribuir a la lucha contra la enfermedad". "Otra cosa es, agregó, que la Iglesia aporte a la vez una serie de ideas y principios para luchar contra el SIDA. No se trata de despreciar esfuerzos que se están haciendo, sino de aportar una opinión con fundamento moral pero también con criterios técnicos".
Estamos hablando de una enfermedad mortal, precisó Camino, y "es irresponsable poner en manos de un menor un preservativo con el mensaje de que con su utilización se puede practicar el sexo seguro". "Esa afirmación es falsa, "el sexo con preservativo no es seguro, es menos inseguro", y desde el punto de vista de la "ética natural, de la moral, promover la promiscuidad no es promover la convivencia justa en las bases sobre las que se asienta la sociedad".
Camino, en respuesta a varias preguntas que se le hicieron sobre esta cuestión, manifestó que existe un alto número de contagios de SIDA con el uso del preservativo; que los científicos no se ponen de acuerdo sobre los fallos, en un porcentaje que va del cuatro al quince por ciento, del condón en su prevención, y que la Iglesia ofrece la "antropología cristiana" como solución a estos problemas "vinculados a la promiscuidad sexual".
Hay estadísticas, precisó, que demuestran que la incitación a la promiscuidad, mediante campañas que hablan de sexo seguro con el uso del preservativo, aumentan los contagios, cuando el sexo seguro solo se logra "en la fidelidad y en el ejercicio responsable de la sexualidad integrada en las relaciones personales no mutiladas", sin olvidar el problema grave de las relaciones humanas y de las bases de la sociedad como son el matrimonio y la familia.
Martínez Camino precisó también que la Iglesia "está en la vanguardia de la lucha contra esta pandemia, no solo aquí sino también en Africa, uno de los continentes más castigados", por lo que no es "aceptable que se nos acuse de no contribuir a la lucha contra la enfermedad". "Otra cosa es, agregó, que la Iglesia aporte a la vez una serie de ideas y principios para luchar contra el SIDA. No se trata de despreciar esfuerzos que se están haciendo, sino de aportar una opinión con fundamento moral pero también con criterios técnicos".
Estamos hablando de una enfermedad mortal, precisó Camino, y "es irresponsable poner en manos de un menor un preservativo con el mensaje de que con su utilización se puede practicar el sexo seguro". "Esa afirmación es falsa, "el sexo con preservativo no es seguro, es menos inseguro", y desde el punto de vista de la "ética natural, de la moral, promover la promiscuidad no es promover la convivencia justa en las bases sobre las que se asienta la sociedad".