Según publica El País, el informe de Aemet dice que "resulta inverosímil que un rayo caído seis días antes originara el incendio". El texto fue entregado en agosto el juzgado de Terra Alta que investiga el fuego iniciado seis días mas tarde y que acabó arrasando 1.022 hectáreas y matando a cinco bomberos, asegura el diario.
El informe fue encargado por el Departamento de Medio Ambiente y desarmaba la tesis de la Generalidad que expuso Francesc Baltasar, utilizando para ello datos de agentes rurales. Esta tesis afirmaba "con rotundidad" que un rayo caído el 14 de julio fue el origen del fuego que se inició seis días después.
No obstante, el informe de meteorología, que fue encargado por el departamento de Medio Ambiente, está fechado el día 10 de agosto y lo realizó el técnico estatal experto en actividad eléctrica atmosférica, Francisco Pérez Puebla, que considera la tesis del rayo "infundada y torpe". El propio Puebla, en una conversación telefónica con el diario, Pérez Puebla se mostró aún más contundente. "Científicamente, la tesis del rayo resulta imposible, infundada y torpe", aseguró. El técnico afirmó que el documento fue remitido a Antoni Mur, responsable del Cuerpo de Agentes Rurales, que fue quien lo pidió.
Lo que queda sin explicar, para el Departamento de Medio Ambiente, es porque se silenció dicho informe y se solicitó el 4 de agosto cuando diez días antes, el consejero había sido tan contundente sobre el origen del fuego. "Pedimos ese y otros informes y a otros servicios meteorológicos para contrastar nuestra información", rusticaba en El País una portavoz.
Según Pérez Puebla, los rayos latentes que señaló la Generalidad como causa del fuego "sólo se producen en zonas húmedas en las que el fuego o la llama es incapaz de generar un incendio". De acuerdo con las circunstancias existentes en la zona afectada, "extremadamente seca", cualquier rayo "capaz de producir una mínima llama en el pino habría generado un incendio en cuestión de minutos".