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La Generalidad mantiene las restricciones y las multas pese a la mejora en los embalses

El Gobierno de Montilla no ve con buenos ojos que se levanten las sanciones a los usuarios catalanes pese a la mejora del nivel de los embalses. El Consejo Ejecutivo del Gobierno catalán se reunirá la tarde el jueves, de forma extraordinaria, y en el único punto del orden del día figura una modificación del decreto de sequía. En esta reunión "de urgencia" se quiere evitar que dejen de estar vigentes las restricciones y multas a los usuarios que todavía siguen activas.

L D (Europa Press) La Generalidad planea modificar el decreto de sequía para mantener ciertas restricciones en el uso del agua potable, como el llenado de piscinas y el riego de jardines, pese a la mejora del estado de los embalses del Ter-Llobregat, que el viernes saldrán de la fase de excepcionalidad 2.
 
Así, el Gobierno catalán quiere evitar que, con la entrada en vigor, el viernes, de la fase de excepcionalidad I ante sequía, dejen de haber las restricciones y sanciones por malbaratar agua potable que establece la fase de excepcionalidad II. El actual decreto de sequía establece que las sanciones y restricciones por malgastar agua potable se levanten cuando el sistema Ter-Llogregat, que abastece el área metropolitana de Barcelona, salga de la fase de excepcionalidad 2 y pase a la de excepcionalidad 1, como ocurrirá el próximo viernes. La salida de la fase de excepcionalidad 2, la previa a la entrada en emergencia, se produciría automáticamente dicho viernes día 16.
 
El decreto de sequía entró en vigor en abril de 2007, y establecía restricciones en el consumo de agua potable. Concretamente, prohibía usar agua de boca para regar jardines y llenar piscinas y, en el caso de los municipios de la conurbación de Barcelona que forman parte de la Entitat del Medi Ambient (EMA), se aprobaron sanciones de hasta 3.000 euros para los infractores de esta prohibición.
 
El presidente de la Generalidad, José Montilla, anunció que se modificaría el decreto de sequía en la reunión ordinaria del Consejo Ejecutivo del próximo martes, aunque finalmente se ha optado para avanzar estos cambios. Así, se quiere evitar que durante mañana, el fin de semana y el lunes dejen de estar vigentes las restricciones que a día de hoy están activas.
 
"La intención es no levantar determinadas medidas que dentro de tres semanas se pueden volver a poner en marcha. Se trata de aplicar el sentido común", ha indicado el presidente catalán, que ha avanzado que su gobierno tomará una decisión al respecto el próximo martes, en la reunión del Consejo Ejecutivo.

El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, ha apuntado que la salida de la fase de excepcionalidad 2 puede tener "efectos perversos" ya que los pantanos de las cuencas internas de Cataluña, pese a haber mejorado notablemente tras las últimas lluvias, siguen "en una situación preocupante, muy lejos de la normalidad".

 
Mientras, los pantanos de las cuencas internas siguen subiendo lenta pero progresivamente y se sitúan ya en el 29,4 por ciento, casi diez puntos por encima que hace apenas un mes, cuando los embalses estaban a poco más del 20 por ciento de su capacidad y a un paso de entrar en fase de emergencia.
 
Discrepancia con Tarragona
 
Esta coincidencia ha generado malestar en la ciudad de Tarragona, cuyo alcalde, Josep Félix Ballesteros, ha vetado el envío a Barcelona de más agua de sus acuíferos ya que ésta, ha dicho, no debe servir para llenar piscinas u otros usos lúdicos. Barcelona, pues, sólo recibirá a partir de ahora el agua excedente del denominado "minitrasvase" del Ebro, que de esta manera arribará a la capital catalana en barco, antes incluso de que se inicien las obras de la conducción que permitirá canalizar este recurso desde Tarragona hasta la región metropolitana.

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