L D (EFE) El mes pasado, un jurado de Virginia Beach declaró a Mohamed, de 48 años, culpable de al menos uno de los asesinatos, el perpetrado en una gasolinera de Virginia, y recomendó que se le aplique la pena de muerte.
Según Stanton Samenow, psicólogo de los fiscales que entrevistó a Malvo el mes pasado, éste se describió como una persona de carácter fuerte y capaz de controlar sus emociones. Malvo dijo que no quería ser otra persona. "Que era único", según el psicólogo. "Estoy dispuesto a ser interrogado. No soy impresionable. Tampoco soy débil de carácter", señaló el acusado, según el relato de Samenow.
Este fue el primero de los expertos llamados por los fiscales para refutar el argumento de la defensa en el sentido de que Mohamed controlaba mentalmente a Malvo, quien en el momento de los ataques tenía sólo 17 años. "Podía discernir entre el bien o el mal" el 14 de octubre de 2002, día en el que Linda Franklin, analista de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), cayó mortalmente herida en uno de los ataques.
"No estaba actuando bajo un impulso irresistible", dijo el experto después de que la defensa terminara los testimonios de expertos que trataron de demostrar que Malvo no estaba en sus cabales durante los ataques, que estaba bajo el control de Mohamed, a quien consideraba su padre, y que no tenía ningún discernimiento. La incapacidad de distinguir entre el bien y el mal es una medida legal de locura en el estado de Virginia, donde se celebra el juicio a Malvo desde el 10 de noviembre pasado.