L D (EFE) La fiscalía también acusa a Joaquín V. L. de una falta de lesiones por los golpes que propinó a la que fuera su esposa, A.P.M., de 35 años, de la que está separado. Durante el juicio celebrado este martes en la sección segunda de la Audiencia de Toledo, el acusado negó que la violara tras asegurar que "ella me lo propuso". El inculpado negó también que golpeara a su mujer la mañana del 22 de enero de 2002 en la vivienda unifamiliar de Illescas y dijo desconocer como se produjo las contusiones y los traumatismos recogidos en el parte médico de lesiones.
Joaquín V. L dijo que su mujer tenía desatendidas sus obligaciones domésticas por la cantidad de horas que se pasaba en el ordenador, pero, que no estaba celoso, si bien, después se ha dado cuenta de que su mujer le ha denunciado por motivos económicos y que ha vivido "engañado".
La denunciante aseguró que su marido le propinó una brutal paliza
Esta versión contrasta con la ofrecida ante el tribunal por la denunciante, quien indicó que dos días antes de ocurrir los hechos le había dicho a su marido que la relación no iba bien y que era mejor que lo dejaran. En la mañana del 22 de enero de 2002 cuando ella regresaba de dejar a sus hijos en el autobús para que fueran al colegio el esposo le comunicó que la dejaba sin teléfono móvil, sin ordenador y que también se quedaba sin él.
Según la versión de la mujer, cuando estaba sentada en la cocina tomando un café, su marido la tiró de la silla y la propinó una paliza con golpes en el pié, cuello y otras partes del cuerpo y que también la amenazó con un cuchillo de cocina. Tras esto, y cojeando, le obligó a subir a bajar dos veces a la planta superior de la vivienda y que la amenazó con tirarla por las escaleras antes de pedirla que se desnudara para mantener relaciones sexuales y que aunque ella no quería no opuso resistencia porque "estaba muerta de miedo y pensé que me iba a matar", afirmó la mujer en el juicio.
Los médicos y los peritos ratificaron las contusiones y los traumatismos
Los médicos y los peritos que comparecieron en la sala ratificaron las lesiones (contusiones y traumatismos) con las que llegó la denunciante al hospital de El Escorial (Madrid), localidad a la que fue porque allí reside su hermana, aunque no pudieron confirmar que hubiera existido violación, aunque tampoco lo descartaron.
Por su parte, la acusación particular, representada por la Asociación de Mujeres Juristas "Themis", elevó a diecisiete años la pena solicitada, quince por violación, dos por amenazas y una multa por una falta de lesiones. Por su parte, la defensa, que recusó al tribunal por ser el mismo que se pronunció cuando ella recurrió la apertura del sumario, pidió la libre absolución para su patrocinado. Antes de quedar el juicio visto para sentencia, el acusado dijo al tribunal que es inocente.