L D (EFE) La familia Puerto Rovira ha informado de que así "ha quedado probado y recogido en las diligencias policiales de un caso ya archivado" e insistió en que estos hechos "admiten pocas interpretaciones fuera de lo que ha sido un espantoso accidente causado por una patología y circunstancias que sólo hacen anormales el desenlace de esa trágica naturaleza".
Los familiares defienden que el fallecido "fue siempre un joven encantador, de quien su madre, a la que él adoraba, se sentía orgullosa, como él lo estaba del amor de su madre, de su familia y de su propia mujer, como nosotros del amor que sentíamos, y seguimos sintiendo, por él y por su madre".
La situación por la que atravesaba el hombre, indican, fue lo que llevó a su esposa, con el consentimiento de su marido, a avisar a su suegra para que le ayudase a tranquilizarlo, algo que consiguió en un primer momento tras una charla "larga y sosegada", aunque posteriormente, y de modo "inopinado", decidió acuchillarla.
El hombre, una vez desarmado por su mujer, que presenció el suceso, "y recuperado su estado de consciencia o sacudido por el shock que pudo producirle el acto brutal que acababa de cometer con la persona a la que más quería y que más le quería, volvió por otro cuchillo y se quitó la vida delante de su madre, ya muerta o agonizante, y de su mujer".
Los familiares de las víctimas, que insisten que en ningún momento hubo una "fuerte pelea" entre ambas víctimas motivada por un problema de drogas, critican "las interpretaciones abusivas y a veces moralmente insidiosas" que se han hecho de los hechos "en algunos periódicos y medios de comunicación". Consideran que la "existencia de dos cuchillos en el lugar de los hechos y los gritos previos al desgraciado accidente, dieron pie a mistificaciones irresponsables y falsas", que no hacen "sino sumar el dolor de la mentira a la tristeza de la verdad".
Los familiares defienden que el fallecido "fue siempre un joven encantador, de quien su madre, a la que él adoraba, se sentía orgullosa, como él lo estaba del amor de su madre, de su familia y de su propia mujer, como nosotros del amor que sentíamos, y seguimos sintiendo, por él y por su madre".
La situación por la que atravesaba el hombre, indican, fue lo que llevó a su esposa, con el consentimiento de su marido, a avisar a su suegra para que le ayudase a tranquilizarlo, algo que consiguió en un primer momento tras una charla "larga y sosegada", aunque posteriormente, y de modo "inopinado", decidió acuchillarla.
El hombre, una vez desarmado por su mujer, que presenció el suceso, "y recuperado su estado de consciencia o sacudido por el shock que pudo producirle el acto brutal que acababa de cometer con la persona a la que más quería y que más le quería, volvió por otro cuchillo y se quitó la vida delante de su madre, ya muerta o agonizante, y de su mujer".
Los familiares de las víctimas, que insisten que en ningún momento hubo una "fuerte pelea" entre ambas víctimas motivada por un problema de drogas, critican "las interpretaciones abusivas y a veces moralmente insidiosas" que se han hecho de los hechos "en algunos periódicos y medios de comunicación". Consideran que la "existencia de dos cuchillos en el lugar de los hechos y los gritos previos al desgraciado accidente, dieron pie a mistificaciones irresponsables y falsas", que no hacen "sino sumar el dolor de la mentira a la tristeza de la verdad".