L D (Agencias) La explosión se produjo a las once de la noche de este jueves cuando la doctora especialista en traumatología del hospital Santa Tecla, Olga A.A., estaba junto a su marido en el ático en el que vivían en el número 72 de la Rambla Nova de Tarragona, mientras los tres niños pequeños, Sergio, Raúl y David, dormían plácidamente. Un estruendo, acompañado de una gran deflagración de fuego, destruyó el piso inferior, donde residía el profesor, José B.V., que había ejercido de docente en los institutos de Salou y Riudoms, y provocó el derrumbe parcial del edificio, que también alcanzó a dos amigos que paseaban por la acera.
Uno de los transeúntes, un alemán de 53 años, se encuentra hospitalizado en estado crítico, mientras que su amigo, un vecino de Tarragona de 41 años sigue ingresado grave aunque no se teme por su vida. Tres jóvenes hermanas que también resultaron lesionadas de menor gravedad han sido dadas de alta.
La magnitud de la explosión fue tal que se escuchó en toda la ciudad de Tarragona y a los pocos minutos los equipos de emergencia ya estaban en el lugar, de donde pudieron sacar a Sergio, el bebé de un mes y medio todavía con vida. El bebé ha fallecido este viernes a consecuencia de las graves heridas que había sufrido tras ser trasladado al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, mientras que su madre y sus dos hermanos ya fueron encontrados sin vida entre los escombros.
Los bomberos y especialistas en derribos han trabajado durante todo el día para encontrar el cadáver del profesor que vivía en el tercer piso, al que se había trasladado hacía tan solo dos días. El marido y padre de las cuatro víctimas miembros de la misma familia está siendo sometido a una terapia psicológica ante el fuerte impacto emocional que ha sufrido al perder a toda su familia, según han informado fuentes médicas.
El alcalde en funciones de Tarragona, Francesc Ricomá (PP), ha informado de que la junta de portavoces del ayuntamiento se ha reunido de urgencia y, entre otras medidas, ha decretado tres días de luto oficial. Los seis vecinos de los inmuebles colindantes al siniestrado, que ha comenzado a ser derribado, han sido desalojados y pernoctarán en casas de familiares y un hotel.
Según técnicos especialistas, una pequeña fuga de gas no puede causar una explosión de la magnitud y, aunque han dicho desconocer aún el origen de la explosión, sospechan que se produjo una gran acumulación de gas durante bastante tiempo por la tremenda deflagración que derribó dos de las cuatro plantas del inmueble. De hecho, el alcalde en funciones no ha descartado la hipótesis de que un suicidio pudiera haber sido el origen de la explosión, aunque ha dicho que, de momento, sólo es un rumor y que será la policía científica del Cuerpo Nacional de Policía la encargada de investigar las causas del siniestro, mientras que el juzgado de guardia de la ciudad ha abierto diligencias judiciales.
La consejera de Interior de la Generalidad, Montserrat Tura, quiso ser cauta pero apuntó a "alguna cosa diferente a un problema de la canalización del gas" debido a la magnitud del suceso y la muy alta acumulación de gas. Ante la posibilidad de que la causa no sea una simple fuga de gas por accidente o descuido de alguno de los vecinos, la consejera dijo que "hará falta una investigación a fondo" para esclarecer el origen y las circunstancias de la explosión.