La segunda entrega de "La verdad de la crisis" de Cándido Méndez nos ha dejado a todos estupefactos. Está en todos los periódicos. Bueno, no en todos. Busco y busco en El País y Público. Quiero saber su opinión, pero me quedo con las ganas porque no dicen ni palabra. También hablan los periódicos de cambios en el Gobierno. Se confirma. Garmendia también se las pira.
El País va más por el lado económico de la actualidad y traduce la enésima rectificación del Gobierno por un benévolo: "Zapatero rectifica para salvar de la quiebra a las grandes ciudades", aunque esa rererectificación –para abreviar- beneficiará a Barcelona y Sevilla pero no a Madrid y Valencia. ¡Uy, uy!, que a Zapatero se le ve el plumero.
Ahora toca ponerse del lado del Gobierno y hasta imita sus formas en el Congreso remontándose a 1996 para justificar el "cortejo" de Zapatero al PNV por los presupuestos.
Y Maruja Torres quiere amargarnos los fines de semana y prohibir las encuestas porque le obligan a "ascender por una dificultosa cuesta.... la de comprender por qué nuestros próceres de toda calaña –incluida la mediática, dice- se revuelve como chanchos en un charca de cifras contradictorias y purulentas". Nos quiere aburrir con aquella cosa tan antigua que hasta se escribe en latín, "la res publica, el noble oficio de entregarse al bien común" y eliminar "la histeria catadura de una miss en vísperas de hacerse con una corona de reina de la belleza" que producen las encuestas. "Nos iría muy bien declarar un año, o una década de reflexión. Prohibido publicar encuestas. Y dedicarnos a pensar". No, Maruja porfa, pensar no.
Público muestra su extrañeza porque el PP critique a Defensa por "ceder espacio al rezo islámico" mientras que "no aplican el mismo rasero cuando la beneficiaria es la Iglesia católica". Si que es raro, sí, teniendo en cuenta que la religión mayoritaria tradicionalmente en el Ejército es la musulmana, con sus lapidaciones, sus burkas, sus ablaciones, su conocida igualdad entre el hombre y la mujer. Este PP siempre tan facha.
Y es que la obsesión de Público con la religión es para hacérselo mirar. Siguen sus columnistas dándole cuerda al apóstol Santiago. "Nunca pensé que el PP pudiera caer tan bajo como para contratar en exclusiva los servicios del apóstol Santiago... pensad ahora que más pronto que tarde nos gobernará una panda que piensa dejar en manos de un muñeco la salvación de España. Escalofríos me vienen y van" (Manuel Saco). "Cabe pensar a qué electorado pretende pedir el voto el PSOE: a los decepcionados con su política económica de derechas o a los que no quiere ilusionar con el abandono de su política social de izquierdas" al aplazar la ley de libertad religiosa (Ignacio Escolar).
El Mundo sí se fija en el brote psicótico que le ha dado a Cándido Méndez con los vídeos de Chiquilicuatre. Pide a UGT que retire el vídeo "grosero", "todo un monumento a la chabacanería y el mal gusto". Y se pregunta lo mismo que todos. "¿Quién ha dado el visto bueno en la dirección de UGT a semejante disparate?". "Si este sindicato no quiere seguir presentando una imagen zafia ante los trabajadores bien haría en retirar hoy mismo esta campaña". "Ya no es sólo que los vídeos sean una grosera caricatura de los empresarios. Es que suponen un insulto a la inteligencia de los propios trabajadores". Totalmente de acuerdo, P.J.
También La Razón habla del famoso vídeo del que, como dice Méndez se está hablando mucho. "Un segundo vídeo más ofensivo aún" para la "juerga general". Dice que las mamarrachadas del vídeo "divierten mucho a Cándido Méndez y a Ignacio Fernández Toxo". Bueno, hay que recordarles que Toxo ha criticado el vídeo, aunque es verdad que podía ponerse un poco más durito. Algo así como "Candi, o despides a Chiquilicuatre o vas solito a la huelga".
La Gaceta –que tampoco habla hoy de mi vídeo favorito pero no es sospechoso de haberlo ocultado aposta- nos pega un susto de muerte. Pajín va a ser ministra por consejo de Pepe Blanco. Elena Valenciano la sustituirá en sus labores de dar la cara por el PSOE.
ABC también habla de novedades en el Gobierno. Además de la marcha de Garmendía a petición propia dice que "Zapatero estudia integrar (Ciencia y Tecnología) en el Ministerio de Educación o Industria".
Pero hay una noticia que me deja alucinada. "La Generalitat presenta en una web a Marsé, Matute como extranjeros". También le han quitado la nacionalidad a Vázquez Montalbán. Mudita me he quedado. Seguro que Montilla arregla este desaguisado ahora que es la izquierda no nacionalista.
Y Letizia no puede quejarse. No hacen más que salirle defensores ante el libro que se le avecina. Esta vez se trata de Carmen Rigalt, que dice en El Mundo que "es tanta, y tan seguida, la carga contra Letizia, que rompe las barreras de los escrúpulos". "Los Príncipes llevan una doble vida inquietante", revela. "Ejercen de príncipes en su horario laboral y, cuando terminan se zambullen en un hermetismo que los aleja a la estratosfera". Pues yo creía que estuvieron de vacaciones en Grecia. Fuera de bromas, ¿qué harán, a dónde irán, qué se dirán, allá en la estratosfera? Me muero de curiosidad.
Pero continúa Carmen Rigalt. "Letizia debería relajarse un poco, no sólo con sus cuñadas. También con los miles de primos que soportamos el sambenito de cortesanos por defenderla. Vienen tiempos duros –para los príncipes, no se asusten-. Muchos españoles resentidillos aprovecharán la salida del libro para surtirse de munición y chismes contra la princesa". Pues sí, durísimos, durísimos, durísimos, vamos que yo no le envidio nada a la princesa. "A esos les recordaré que el pasado de Letizia es un juego de niños comparado con el pasado de algunas reinas borbonas que convirtieron el trono en un putiferio". Ya, Carmen, pero eso ya está escrito. Y además están muertas. No tiene gracia.