LD (EFE) Este jueves, en de San Diego las llamas persistían en su avance, pero su amenaza se ha reducido debido a una menor intensidad de los vientos y a una bajada de las temperaturas, señalaron fuentes del cuerpo de Bomberos. Además, otras fuentes oficiales citadas por el diario The New York Times, indicaron que muchos de los focos de incendio en el norte de esa ciudad están contenidos parcialmente.
En el condado de Los Ángeles, más al norte, cinco de esos focos están controlados en un cincuenta por ciento, señalaron las fuentes del cuerpo de Bomberos. "Para mañana (jueves) esperamos que la situación sea mucho mejor", dijo un portavoz del Servicio Meteorológico en San Diego.
Según los organismos de socorro, dos personas han muerto y otras setenta están heridas, la mitad de ellos bomberos. No obstante, medios locales indicaron que cinco personas habrían fallecido en incidentes posiblemente vinculados a la situación de desastre que vive el Estado.
Mientras, el área de San Diego seguía cubierta por un humo denso, cargado de ceniza, que proviene de los fuegos del este. El aeropuerto continua abierto, pero gran parte de la gente que llega es personal de la Cruz Roja, de agencias de ayuda del gobierno, y periodistas.
En las avenidas, el tráfico es casi inexistente, porque debido a las condiciones del aire, las autoridades han pedido que se lleve a cabo el menor número posible de actividades en el exterior de las viviendas. Asimismo, los habitantes empiezan a notar los síntomas del espeso humo que se traduce en picor de ojos, dolores de cabeza, y cada vez son más los que usan mascarillas en la calles.