L D (EFE) Durante la campaña, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán entre los días 11 y 24 de este mes los controles sobre este factor de riesgo, estableciendo servicios de vigilancia en 1.900 tramos de carreteras, con el objetivo de controlar la velocidad de, al menos, 100.000 vehículos diarios en vías de toda España. De este modo, durante el tiempo que dure la campaña se controlará la velocidad de un millón y medio de vehículos.
Los controles estarán señalizados en los paneles de mensaje variable existentes en las carreteras o mediante vehículos que portarán paneles de información. Además, la campaña será difundida a través de los medios de comunicación, mediante la emisión de cuñas divulgativas en las emisoras de radio.
La DGT ha cursado invitación a los Ayuntamientos de los municipios con más de 5.000 habitantes para que se sumen a esta campaña con el establecimiento de controles en sus respectivos municipios, así como a las comunidades autónomas del País Vasco y Cataluña, que tienen transferidas las competencias en esta materia.
En total, se instalarán controles en 1.912 tramos de carreteras, 119 de ellos en la Comunidad de Madrid; 331 en Castilla-La Mancha; 105 en Extremadura; 206 en Andalucía; 137 en Valencia; 45 en Murcia; 16 en Baleares; 64 en Aragón; 20 en Navarra; 31 en La Rioja; 302 en Castilla y León; 54 en Asturias; 15 en Cantabria; 383 en Galicia y 84 en Canarias.
La DGT ha cursado invitación a los Ayuntamientos de los municipios con más de 5.000 habitantes para que se sumen a esta campaña con el establecimiento de controles en sus respectivos municipios, así como a las comunidades autónomas del País Vasco y Cataluña, que tienen transferidas las competencias en esta materia.
En total, se instalarán controles en 1.912 tramos de carreteras, 119 de ellos en la Comunidad de Madrid; 331 en Castilla-La Mancha; 105 en Extremadura; 206 en Andalucía; 137 en Valencia; 45 en Murcia; 16 en Baleares; 64 en Aragón; 20 en Navarra; 31 en La Rioja; 302 en Castilla y León; 54 en Asturias; 15 en Cantabria; 383 en Galicia y 84 en Canarias.
Las estadísticas demuestran que la alta velocidad es el segundo factor en accidentes
Según las estadísticas de la DGT, la velocidad inadecuada fue el segundo factor que más concurrió en los accidentes con víctimas mortales ocurridos en 2004, sólo por detrás de la distracción del conductor (26,9%) y antes que las maniobras antirreglamentarias (15%), las invasiones del carril de la izquierda (7,6%), la irrupción de peatones (7,3%) o la somnolencia (4%).
Los datos indican también que la velocidad inadecuada, casi siempre por exceso, fue el factor determinante de accidentes que experimentó un mayor aumento respecto de 2003, un 3 por ciento, y que si las normas hubieran sido cumplidas en esos casos se hubiera evitado la muerte de mil personas.
Los datos indican también que la velocidad inadecuada, casi siempre por exceso, fue el factor determinante de accidentes que experimentó un mayor aumento respecto de 2003, un 3 por ciento, y que si las normas hubieran sido cumplidas en esos casos se hubiera evitado la muerte de mil personas.
En este sentido, Tráfico afirma que diversos estudios demuestran que si se consiguiera rebajar en un diez por ciento la velocidad media de circulación se reducirían en un cuarenta por ciento el número de accidentes mortales.
La encuesta SARTRE, que se realiza en más de una veintena de países europeos y que recaba la opinión de los conductores sobre diversos aspectos relacionados con la seguridad, reveló que la mitad de quienes se ponen al volante afirman conducir igual de rápido que la media, uno de cada cuatro dice ir un poco más despacio y sólo el 16% admite ir más deprisa. Sin embargo, el 73 por ciento opina que los demás conductores sí sobrepasan los límites frecuentemente, muy frecuentemente o siempre.
El sondeo también explica que sólo el cinco por ciento de los conductores se considera a sí mismo más peligroso que los demás, y que un doce por ciento no considera arriesgado conducir deprisa.
En este sentido, el 45% cree que el límite de velocidad debería ser más alto en autopistas y autovías, frente al 26% que los elevaría en las carreteras nacionales y el 15% que lo haría en las secundarias. El 78 por ciento afirma que los límites establecidos para las zonas urbanas son los adecuados.
Respecto a los perfiles de riesgo, la encuesta SARTRE dice que el grupo de riesgo "muy alto" está formado por varones de 25 a 39 años, sin estudios o con estudios medios, residentes en ciudades pequeñas, que necesitan conducir durante su trabajo y que se declaran favorables a elevar los límites de velocidad y contrarios a la vigilancia con cámaras automáticas. Por detrás de ellos, pero considerados como grupo de riesgo "alto", están los varones de 40 a 54 años y, en menor proporción, las mujeres de menos de 25, que conducen vehículos de gran cilindrada.
La encuesta SARTRE, que se realiza en más de una veintena de países europeos y que recaba la opinión de los conductores sobre diversos aspectos relacionados con la seguridad, reveló que la mitad de quienes se ponen al volante afirman conducir igual de rápido que la media, uno de cada cuatro dice ir un poco más despacio y sólo el 16% admite ir más deprisa. Sin embargo, el 73 por ciento opina que los demás conductores sí sobrepasan los límites frecuentemente, muy frecuentemente o siempre.
El sondeo también explica que sólo el cinco por ciento de los conductores se considera a sí mismo más peligroso que los demás, y que un doce por ciento no considera arriesgado conducir deprisa.
En este sentido, el 45% cree que el límite de velocidad debería ser más alto en autopistas y autovías, frente al 26% que los elevaría en las carreteras nacionales y el 15% que lo haría en las secundarias. El 78 por ciento afirma que los límites establecidos para las zonas urbanas son los adecuados.
Respecto a los perfiles de riesgo, la encuesta SARTRE dice que el grupo de riesgo "muy alto" está formado por varones de 25 a 39 años, sin estudios o con estudios medios, residentes en ciudades pequeñas, que necesitan conducir durante su trabajo y que se declaran favorables a elevar los límites de velocidad y contrarios a la vigilancia con cámaras automáticas. Por detrás de ellos, pero considerados como grupo de riesgo "alto", están los varones de 40 a 54 años y, en menor proporción, las mujeres de menos de 25, que conducen vehículos de gran cilindrada.