Uno de los siniestros más graves ocurrió a las 06:45 horas en la C-25, a la altura de Les Oluges (Lérida), donde murieron cinco personas, entre ellas un niño, y otras dos resultaron heridas al chocar frontalmente, por causas desconocidas, un turismo con matrícula andorrana y una autocaravana ligera matriculada en Rumanía.
De acuerdo con la información facilitada por el Servicio Catalán de Tráfico, en la autocaravana viajaban cinco personas, tres de las cuales fallecieron en el acto, mientras que otra resultó herida grave y, una quinta, con lesiones leves. Los otros dos muertos son los ocupantes del turismo.
Tres de los fallecidos perdieron la vida en el momento del siniestro mientras que los otros dos, de extrema gravedad, fueron atendidos por los servicios de emergencias desplazados hasta el lugar sin que, sin embargo, fuese posible hacer nada por su vida. Todos los fallecidos, de entre 40 y 60 años, eran naturales Linares (Jaén) aunque residían en Torrevieja (Alicante).
En la operación retorno de 2006, que duró un día más –del jueves 31 de agosto al domingo 3 de septiembre–, perdieron la vida 29 personas. Las fuentes aseguraron que el regreso ha sido muy escalonado y que la circulación es fluida, de manera que no han existido retenciones importantes en ningún punto de la red viaria. El aviso de la banda terrorista ETA de que había colocado cinco bombas en otros tantos puntos de la red viaria obligó al cierre esta tarde de la N-232, en la localidad riojana de Fuenmayor; la A1, entre los kilómetros 250 y 251, en las proximidades de Burgos, y la autopista de peaje AP1, entre los puntos kilométricos 7 y 9, en esta misma provincia.
La AP1 también estuvo cortada entre los kilómetros 4 y el 7, en este caso entre Bergara y Mondragón, en Guipúzcoa, y se vio afectada, asimismo, la autovía Santander-Palencia (A-67), entre los puntos kilométricos 181 y 183. Precisamente en la localidad cántabra de Ontón, en la A-8, se registraron algunos problemas debido a que la zona de búsqueda del supuesto explosivo es un enlace de autovías.
Finalmente sólo explotó un artefacto de "escasísima potencia" en Fuenmayor, mientras que en los otros cuatro casos se descartó la existencia de bombas.