La "procesión atea" convocada para el Jueves Santo en el centro de Madrid y que seguirá los pasos de Jesús El Pobre y el del Gran Poder está generando ya sus primeros problemas. Y es con el tinte de la convocatoria se teme que haya incidentes.
Sin embargo, no todos ven igual el fin de esta procesión atea pese a que sus pasos se llamen "la Virgen del Mismísimo Coño" o la "hermandad de la santa pedofilia", entre otros. De hecho, este acto ya ha generado una guerra competencial. Por un lado se encuentran el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad y por el otro la Delegación de Gobierno.
De hecho, la nueva delegada del Gobierno en Madrid, María Dolores Carrión, se ha estrenado a lo grande. Ésta no ve problemas con la procesión atea. "No se trata de una manifestación", aseguró por lo que no ve motivos para prohibirla y se ha inhibido a favor del Ayuntamiento de Madrid.
En este sentido, la representante del Gobierno en Madrid ha definido esta procesión atea como una "manifestación festiva", que es, en su opinión, "como podríamos calificarlas". Ni el fin provocador ni que los organizadores aseguren que su referente es la quema de iglesias durante la II República y la Guerra Civil son motivos suficientes para que el Gobierno tome medidas.
De manera contraria se han manifestado la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital. Este mismo viernes el consejero de Presidencia, Francisco Granados, ha hablado al respecto y ha criticado la actitud permisiva de Carrión. "De festivo no tiene nada, es una ofensa a las creencias de la inmensa mayoría de los madrileños. La Delegación tiene que ser la que diga, en mi opinión, que no se puede llevar a cabo este tipo de manifestaciones", indicó.
Igualmente, el Consistorio ha realizado un informe que alerta de que la convocatoria no tiene un carácter festivo y que implica un alto riesgo de disturbios, teniendo en cuenta que transcurre de manera paralela a la tradicional procesión católica, tal y como recoge Europa Press.
La quema de iglesias como referente
Por ello, han instado a la delegada del Gobierno a leerse el informe sobre una convocatoria que requeriría la presencia de un buen número de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según reconoce el propio Ayuntamiento.
Uno de los organizadores de la procesión, el colectivo Ateos en Lucha, ha llegado a asegurar en una entrevista radiofónica que su "propósito es hacer daño, o sea hacer daño en la ideología de la gente. No nos andamos con contemplaciones". La procesión atea pretende pasar al lado de las Escuelas Pías, incendiada en la guerra. Sobre ello opinaban que "para nosotros es una referencia imprescindible". Pese a esto, la delegada de Gobierno sigue considerando el acto como festivo y no provocativo.