L D (Europa Press) El estudio antropométrico de la población masculina en España anunciado por el Ministerio de Sanidad y Consumo hace más de un año no se llevará a cabo por el momento dada la actual crisis financiera, que ha frenado la segunda parte de un proyecto con el que el Gobierno pretendía homogeneizar las tallas de ropa.
En febrero de 2008, el ministro del ramo, Bernat Soria, presentó la primera parte de este estudio, realizado en mujeres, con el que se establecieron tres morfotipos femeninos predominantes en España. Así, y en función con la estatura y los perímetros de pecho, cintura y cadera, un 39 por ciento de las mujeres tienen una morfotipo diábolo, un 36 por ciento cilindro y un 25 por ciento campana.
Tras conocer estos datos y después de recibir críticas, Soria y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunciaron que se iniciaría una segunda parte enfocada hacia los hombres que se encuentra paralizada por el momento ante los recortes de presupuesto realizados en algunos ámbitos para hacer frente a la crisis.
En el estudio antropométrico de las mujeres el Gobierno invirtió 1,5 millones de euros, con los que se tomaron medidas a un total de 10.415 mujeres de toda España a través de unas cabinas de medición del Instituto Biomecánico de Valencia que obtenían la forma del cuerpo en tres dimensiones a través de 130 mediciones en sólo 30 segundos.
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Sanidad han confirmado que para 2009 no hay ninguna partida económica destinada a continuar con la segunda parte, aunque esperan retomarlo próximamente.
En cualquier caso, hace un año Soria ya resaltó que la prioridad era hacer este tipo de estudio en mujeres ya que "los patrones corporales femeninos existentes no se correspondían con la imagen femenina", al tiempo que los hombres, como norma general, "tienen menos problemas de anorexia y para encontrar su talla adecuada de ropa".
A raíz del estudio antropométrico en mujeres, algunos países de la Unión Europea mostraron su interés por esta iniciativa, que en España contó con el apoyo de representantes del sector textil y el de la moda, entre los que se encontraban la Asociación de Creadores de Moda, la Federación Española de empresas de confección, y empresas como El Corte Inglés o Inditex.