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La Comisión del JK5022 apunta ahora a la existencia de turbulencias en el despegue

Además de los posibles fallos mecánicos y humanos que pudieron provocar el trágico accidente de Barajas se ha unido ahora la existencia de turbulencias en el despegue como otra probable causa del siniestro. Así lo ha determinado la polémica Comisión de Investigación que esclarece los hechos ocurridos aquel fatídico 20 de agosto, según ha informado la Organización Impulsora de Discapacitados que ejerce como acusación popular en el procedimiento judicial. Este mismo viernes se conoció que Spanair no utilizó los manuales de Boeing, fabricante de la aeronave, para reparar la sonda de temperatura averiada.

Además de los posibles fallos mecánicos y humanos que pudieron provocar el trágico accidente de Barajas se ha unido ahora la existencia de turbulencias en el despegue como otra probable causa del siniestro. Así lo ha determinado la polémica Comisión de Investigación que esclarece los hechos ocurridos aquel fatídico 20 de agosto, según ha informado la Organización Impulsora de Discapacitados que ejerce como acusación popular en el procedimiento judicial. Este mismo viernes se conoció que Spanair no utilizó los manuales de Boeing, fabricante de la aeronave, para reparar la sonda de temperatura averiada.
LD (Europa Press) La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ha apuntado como una de las causas concurrentes del accidente del avión de Spanair la existencia de turbulencias en el momento del despegue, según ha informado la Organización Impulsora de Discapacitados (OID), que ejerce como acusación popular en el procedimiento judicial.
 
"No nos parece lógico ni congruente que se quiera achacar ahora como causa del accidente causas de fuerza mayor. En un primer momento se trató de culpabilizar a la tripulación, pero como no se ha podido, ahora se quiere responsabilizar al mal tiempo", denunció a Europa Press el abogado de la OID, Javier Gallego. 
 
En este sentido, esta circunstancia se uniría al fallo que se detectó en los sistemas de configuración del aparato. El borrador preliminar del informe de la Comisión reveló que el avión no llevaba desplegados los flaps, es decir, los alerones posteriores que sirven para dar sustentación al aparato.
 
Tras abortar el primer despegue, el comandante Antonio García Luna tendría que haber revisado los sistemas de configuración, pero no lo hizo. Además, el sistema de alarma que tendría que haber avisado de esta incidencia no funcionó. Cuando el aparato salió de la pista alcanzó una velocidad superior a la que debía llevar al no tener reflectados los alerones. Así , la aeronave cayó y se estrelló en el suelo.
 
Por ahora, el juez Javier Pérez, que instruye la investigación del accidente de Spanair, ha requerido a la compañía aérea el libro del fabricante del modelo MD-82 que consultaron los técnicos de mantenimiento después de que el piloto abortase el primer despegue por un problema de calentamiento en la sonda que mide la temperatura del aire.
 
Gallego solicitó la semana al juez la declaración de los dos técnicos de Spanair que revisaron el aparato. Según el letrado, la retirada del fusible sin reparar la avería llevó a tapar otro problema más grave. Por ello, el avión creía que, en lugar de en el suelo, estaba en el aire. Y no sonó la alarma.

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