L D (EFE) En su resolución, los jueces dicen que adoptan esta decisión para evitar, quizás, un nuevo episodio de violencia doméstica "irreparable" y porque no pueden permanecer "impasibles" ante el cada vez más creciente número de mujeres que perdonan una o más veces a sus parejas y luego son asesinadas o maltratadas. Asimismo, los magistrados critican la falta de medios y otras medidas para que jueces, fiscales o policías puedan proteger a las víctimas.
El tribunal ha dictado un auto que confirma la decisión de un juez instructor de Tarrasa de decretar la prisión preventiva de Manuel B.C., acusado de violencia habitual sobre su cónyuge, a la que, supuestamente, ha amenazado de muerte con un cuchillo y ha quebrantado en varias ocasiones la medida cautelar de alejamiento.
Los jueces de la Audiencia se vieron sorprendidos cuando la mujer se presentó hasta dos veces en la Sala anunciando que perdonaba a su marido y suplicando que lo dejarán libre pues quiere volver a vivir con él en el que fuera el hogar conyugal. El auto señala que "estas manifestaciones no son inocuas, pero en absoluto pueden comportar sin más que los responsables de administrar justicia renuncien a cumplir con su doble deber de proteger a la víctima (incluso en contra de su voluntad, si es necesario) y perseguir al culpable".
El tribunal ha dictado un auto que confirma la decisión de un juez instructor de Tarrasa de decretar la prisión preventiva de Manuel B.C., acusado de violencia habitual sobre su cónyuge, a la que, supuestamente, ha amenazado de muerte con un cuchillo y ha quebrantado en varias ocasiones la medida cautelar de alejamiento.
Los jueces de la Audiencia se vieron sorprendidos cuando la mujer se presentó hasta dos veces en la Sala anunciando que perdonaba a su marido y suplicando que lo dejarán libre pues quiere volver a vivir con él en el que fuera el hogar conyugal. El auto señala que "estas manifestaciones no son inocuas, pero en absoluto pueden comportar sin más que los responsables de administrar justicia renuncien a cumplir con su doble deber de proteger a la víctima (incluso en contra de su voluntad, si es necesario) y perseguir al culpable".