L D (Agencias) En EEUU, Texas ha liderado los esfuerzos de dar techo, comida y atención médica a más de 250.000 damnificados (se esperan 30.000 más en los próximos días), pero el gobernador Rick Perry ya ha advertido de que "Katrina" ha creado "condiciones de emergencia" ante la invasión de refugiados en ese estado. Sólo en el área de Houston, al menos 150.000 evacuados han ido a parar a albergues, hoteles y residencias privadas, mientras otras ciudades, como Austin, Dallas o San Antonio, se preparan para recibirlos.
Según el secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, más de 100.000 personas han recibido ayuda humanitaria y el Servicio de Guardacostas ha rescatado a más de 9.500 sobrevivientes. A los esfuerzos del Gobierno federal se suman los de la Cruz Roja de EEUU, que ha dado refugio a más de 96.000 personas en nueve estados.
Muchos de los damnificados se trasladan, con sus condiciones de indigencia incluso hasta Washington, la capital de EEUU, a poco más de 1.600 kilómetros de las ruinas de Nueva Orleans (Luisiana). Las autoridades capitalinas están habilitando el edificio "DC Armory" con camas, duchas y letrinas móviles para recibir a unos 400 desplazados, sólo a lo largo de la jornada de este lunes.
El alcalde de Washington, Anthony Williams, recorrió la tarde del domingo el refugio improvisado (otrora lugar para circos, conciertos y otros eventos sociales) y pidió la solidaridad de todos los alcaldes de la nación. Williams instó a sus homólogos a que abran las puertas de los estadios, gimnasios, escuelas y hoteles de sus ciudades a los damnificados porque, a su juicio, cualquier sitio es mejor que la calamidad que éstos han dejado atrás.
La ciudad de Nueva York, por ejemplo, envió 100 autobuses a la zona del desastre para recoger a los damnificados, ejemplo que piensan seguir otras urbes de la costa Este del país. El traslado podría ser permanente ya que la mayoría de los afectados lo perdieron todo y, si tenían trabajo, sus empleadores también. Nadie ni nada les espera una vez que se complete el drenaje de las zonas afectadas.
Todos aportan
Cada dólar cuenta y las iglesias, escuelas, cadenas de hoteles y las multinacionales se han sumado a la campaña mundial de solidaridad con Estados Unidos. En Gaithersburg (Maryland), el colegio católico de St. Martin organiza para las próximas semanas la venta de pasteles, una rifa y una campaña de donación de sangre, tal como lo hizo para las víctimas del "tsunami" (ola gigante) asiático en diciembre de 2004.
Simultáneamente, EEUU ha aceptado la oferta de ayuda de Naciones Unidas, que incluiría expertos en manejo de catástrofes, suministros de agua, generadores, tiendas de campaña y otros materiales de emergencia. Washington también ha aceptado la ayuda ofrecida por la Unión Europea, y analiza la que proviene de países tradicionalmente amigos y aliados de América Latina y el Caribe, incluso la de algunos no tan afectos, como Cuba y Venezuela.