Si el incumplimiento reiterado de sus promesas electorales para erradicar el legado de Bush comenzó a hacerle perder popularidad a uno y otro lado del océano, la renuncia de su país a suscribir un nuevo acuerdo en Copenhague para imponer medidas aún más restrictivas a la economía contra el llamado "calentamiento global", ha hecho que comunicadores destacados de la izquierda, como Iñaki Gabilondo, se muestren abiertamente decepcionados por su figura.
El presentador del informativo de Cuatro ha pasado de considerar a Obama como el salvador de occidente a etiquetarlo como un oportunista que, a la hora de la verdad, se comporta igual que el resto de presidentes de grandes potencias mundiales, reacios a menoscabar el desarrollo y la riqueza de sus países sólo para satisfacer las demandas ideológicas de la izquierda, en abierta y permanente lucha contra el sistema de libre mercado.
En su editorial-homilía de ayer lunes, dieciséis de noviembre, Gabilondo atacó duramente al presidente Obama por la negativa norteamericana a someterse al dictado de las organizaciones ecologistas y el panel climático de la ONU. Para Iñaki, el mundo actual no es sostenible y el sistema económico actual "crea una desigualdades de locura" (sic), por lo que su receta, en consonancia con la izquierda más radical, es seguir poniendo trabas al desarrollo económico de los pueblos, especialmente los más desfavorecidos.