L D (EFE) IBM asegura haber identificado siete tecnologías que permiten reducir en un 75 por ciento el coste de desarrollo de nuevos medicamentos, así como recortar "drásticamente" el tiempo necesario para introducirlos en el mercado.
En una rueda de prensa, responsables del gigante informático explicaron que el coste de desarrollo de medicamentos podría reducirse hasta los 200 millones de dólares (unos 165 millones de euros) frente a los cerca de 800 millones de dólares (660 millones de euros) que requieren ahora. Además, podrían recortarse desde los doce o catorce años actuales hasta entre tres y cinco años, según los datos facilitados por los responsables de IBM.
A su juicio, la clave de estos cambios se basa en que el sector farmacéutico cambie de modelo y pase de desarrollar un sistema de medicamentos diseñados para un uso generalizado a otro de tratamientos personalizados.
Las tecnologías en las que, según IBM, debería invertir la industria farmacéutica son los "superordenadores" cuya capacidad se mide en "petaflops" (cálculo de mil billones de operaciones por segundo), la biosimulación predictiva (modelos generados por ordenador para simular el funcionamiento de un sistema biológico) y la informática ubicua (portada por el propio paciente y capaz de transmitir información).
IBM también apuesta por las etiquetas inteligentes o de radiofrecuencia (tecnología RFID), las soluciones de almacenamiento avanzadas (capaces, por ejemplo, de archivar 25 millones de páginas de texto en algo del tamaño de un sello de correo), la tecnología analítica de procesos (PAT) y la minería de datos en Internet y analítica de textos.
En una rueda de prensa, responsables del gigante informático explicaron que el coste de desarrollo de medicamentos podría reducirse hasta los 200 millones de dólares (unos 165 millones de euros) frente a los cerca de 800 millones de dólares (660 millones de euros) que requieren ahora. Además, podrían recortarse desde los doce o catorce años actuales hasta entre tres y cinco años, según los datos facilitados por los responsables de IBM.
A su juicio, la clave de estos cambios se basa en que el sector farmacéutico cambie de modelo y pase de desarrollar un sistema de medicamentos diseñados para un uso generalizado a otro de tratamientos personalizados.
Las tecnologías en las que, según IBM, debería invertir la industria farmacéutica son los "superordenadores" cuya capacidad se mide en "petaflops" (cálculo de mil billones de operaciones por segundo), la biosimulación predictiva (modelos generados por ordenador para simular el funcionamiento de un sistema biológico) y la informática ubicua (portada por el propio paciente y capaz de transmitir información).
IBM también apuesta por las etiquetas inteligentes o de radiofrecuencia (tecnología RFID), las soluciones de almacenamiento avanzadas (capaces, por ejemplo, de archivar 25 millones de páginas de texto en algo del tamaño de un sello de correo), la tecnología analítica de procesos (PAT) y la minería de datos en Internet y analítica de textos.