L D (Agencias) El portavoz de CCOO, Manuel García Biel, ha explicado que el acuerdo para el autohandling ya está cerrado, mientras AENA e Iberia se han comprometido a estudiar legalmente si los trabajadores de Iberia pueden realizar también el handling en El Prat a Air Nostrum y la aerolínea de bajo coste Clickair, participada por Iberia.
AENA e Iberia contestarán el próximo jueves al comité de empresa sobre esta cuestión y sobre las garantías que se darán a los trabajadores que pasen a otras compañías de handling para el mantenimiento de sus condiciones de trabajo y las posibles prejubilaciones que se puedan llevar a cabo.
"Aunque se han comprometido, queremos que nos garanticen por escrito que podremos hacer el autohandling de las compañías que operan con el mismo código que Iberia, y comprendemos que eso tiene una serie de connotaciones económicas que Iberia ha de negociar con Aena", ha explicado, por su parte, Miquel Rubio, responsable del sector aéreo de CCOO.
El responsable de CCOO ha pedido disculpas a los miles de pasajeros afectados por la situación de caos que se vivió ayer, y que aún persiste hoy en menor medida, en El Prat, y ha reconocido que "la situación se nos fue un poco de las manos". "Lo único que pretendíamos era hacer una asamblea informativa, pero los trabajadores, con la indignación y ante la posibilidad de perder sus puestos de trabajo, optaron por radicalizarse", ha señalado.
Restablecer la normalidad
Iberia ha informado, por su parte, de que los trabajadores se han comprometido a restablecer paulatinamente la normalidad operativa en el aeropuerto de Barcelona. La compañía aérea ha advertido, no obstante, de que la recuperación de la normalidad será una tarea compleja, debido a la gran afectación de la huelga ilegal que obligó a cancelar 300 vuelos de Iberia, que afectaron a unos 30.000 pasajeros de esta compañía.
Los sindicatos del personal de tierra de Iberia tienen previsto asimismo pedir responsabilidades a la compañía aérea sobre quién y cómo se tomó la decisión de optar al concurso de servicios de tierra convocado por AENA con una oferta económica muy inferior a la propuesta por otras compañías, que le ha llevado a perder la licencia de handling en El Prat.
Responsabilidades
En una comparecencia en el aeropuerto de Barcelona, Magdalena Alvarez precisó que el Gobierno pedirá responsabilidades "a todos los que hayan tenido una conducta que no sea legalmente admisible", tanto "desde la perspectiva del orden público" como "por la prestación de un servicio al que se está obligado por un contrato", en alusión a Iberia.
La ministra dijo que la elección del viernes para llevar a cabo esta huelga "ha vulnerado" el derecho a la movilidad de los ciudadanos y el derecho al descanso que tienen los trabajadores, y ha insistido en la voluntad del Gobierno de "no pasar por alto la situación vivida en El Prat", informó Efe.
Álvarez respondió a las críticas hechas desde diversos estamentos al Gobierno por no haber actuado antes y permitir que el aeropuerto estuviese cerrado al tráfico aéreo durante once horas diciendo que, en todo momento, se actuó con "mesura y serenidad" para no poner en peligro la seguridad de nadie.
La ministra dijo que los trabajadores actuaron con "violencia", "rompieron el ala de un avión", dejaron vehículos en mitad de las pistas y tiraron cristales en ellas. Durante la protesta, un autobús de Iberia chocó contra un avión que estaba estacionando en la plataforma del aeropuerto de El Prat, causando importantes daños en la punta del ala de la aeronave.
"República bananera"
Por su parte, el líder de CiU, Artur Mas, acusó al Gobierno catalán de "haberse ido de vacaciones" mientras el aeropuerto de Barcelona soportaba ayer una situación de colapso histórico, que ofreció una imagen de Cataluña propia de una "república bananera" y de "un país tercermundista".
Mas criticó a la Generalidad porque, aunque no tenga competencias sobre el aeropuerto, considera que debería "haber plantado cara al Ministerio de Fomento y afrontar los problemas de su gente", cuando "está colapsada la principal infraestructura del país". En su opinión, el Gobierno central y el catalán "se tapan mutuamente las vergüenzas" y "se cubren las espaldas", en lugar de "defender los intereses de los ciudadanos", lo que demuestra que "cuando dos administraciones son del mismo color político, las cosas no siempre van bien".