(Javier Rubio) El líder del Partido Popular en la oposición, Manuel Romero, prepara una moción de censura contra el presidente del Gobierno de España, Nicolás Rico, socialista, con la que espera volver al poder. Tiene seguros los votos de los nacionalistas vascos y catalanes y los de Izquierda Unida. Sumados a los de su grupo, hacen 176, suficientes para sacar adelante la moción. Pero no está seguro de que todos sus conmilitones le apoyen. Sabe cómo torcer la voluntad de los pocos disidentes, menos la de uno, Juan Benavides, antiguo ministro del Interior en su primer gobierno, el hombre que con más éxito impulsó la lucha contra ETA. Benavides no puede apoyar al proyecto de negociación con la banda terrorista mediante el que Romero ha conseguido el apoyo de las otras fuerzas políticas. Pero Romero cree tener la palanca con la que forzar la voluntad de Benavides. ¿Lo logrará? Este es el primer enigma de la primera novela de Luis Herrero.
La acción transcurre durante cinco días. Arranca el viernes previo a la presentación de la moción de censura y termina el día de la votación, el martes. La segunda trama de la novela cuenta lo que le ocurre a un fotógrafo colaborador del diario El Sol, que por hacerle un favor a un amigo ecologista se ve inmerso en un lío descomunal: casi sin darse cuenta, captura la foto que nunca pensó que podría hacer; para que no se la roben, está a punto de perder la vida y conoce a la mujer que se la cambiará definitivamente. Cebreros, Piedralaves, Bruselas, Madrid, dentro y fuera de Génova 13, son algunos de los lugares en los que transcurren los avatares de los personajes.
El tercer disparo es una novela muy cinematográfica. Cuando la leemos no podemos evitar imaginarnos la acción sobre una pantalla, con sus travelings, zooms y cambios de plano. Herrero ha encajado su novela en los cánones de un modelo clásico de intriga, con 30 capítulos breves identificados por el lugar y la hora en que transcurre la acción. La trama te engancha desde el segundo capítulo y no hay modo de dejar el libro. Datos que parecen anecdóticos se revelan más adelante como claves decisivas de la intriga. Otro acierto es la dosificación de datos posibles, parecidos razonables y semejanzas innegables que contribuyen a dar verosimilitud a los hechos que se narran.
LUIS HERRERO: EL TERCER DISPARO. La Esfera de los Libros (Madrid), 2009. 344 páginas.