LD (EFE) Grupos de damnificados están regresando a Nueva Orleans para ver lo que quedó de sus hogares tras el devastador paso del huracán "Katrina". El sector suburbano de Jefferson Parish presentaba un panorama desolador con árboles caídos y casas totalmente inundadas, con los tejados arrancados por los vientos de más de doscientos kilómetros por hora. Las autoridades han advertido a los supervivientes de que su estancia será corta. Podrán que recoger lo que puedan de sus pertenencias y abandonar el lugar porque no tienen medios para sobrevivir.
Otros miles de personas que residían en zonas altas de la ciudad que está bajo el nivel del mar han dicho que desafiarán la orden de las autoridades de completar la evacuación. En medio de la devastación, las autoridades señalan que se ha logrado avanzar poco a poco en la normalización, una tarea que durará muchos meses, según prevén.
Temor a las epidemias
Este lunes comenzó a funcionar la primera bomba parar extraer el agua de Nueva Orleans casi totalmente inundada. Además, en algunos sectores de Luisiana y Misipi, la electricidad ha vuelto. También fue reparado uno de los diques de contención que se desmoronó ante el avance del fenómeno. Según los agentes que operan en la zona, el hedor de las aguas es insoportable y han comenzado a aparecer cadáveres entre la basura y los excrementos. Todavía no hay agua potable ni alimentos, excepto los que han comenzado a repartir las unidades de socorro y las tropas.
El temor ante la aparición de brotes epidémicos se intensifica y las autoridades militares han indicado que usarán aviones para fumigar zonas inundadas para impedir la multiplicación de mosquitos que pueden transmitir el virus del Nilo, según afirmó una fuente oficial a la cadena de televisión CNN.
Fin de los saqueos
Las autoridades afirman que ya no se están registrando saqueos gracias a la presencia de las fuerzas de seguridad. El metódico desplazamiento de los efectivos está llevando seguridad a la zona devastada por "Katrina" que abarca el delta del río Misisipi, en Luisiana, hasta la bahía de Mobile, en Alabama. La Guardia Nacional, que comprende unidades de esas milicias bajo la autoridad de los gobiernos estatales, tiene 41.000 soldados en la región. Además hay otros 13.000 soldados del Ejército de EEUU, principalmente en Luisiana, y de la Infantería de Marina, sobre todo en Misisipi. Unidades de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea cumplen tareas de apoyo y transporte.
Unos 2.500 soldados de la División 82 Aerotransportada del Ejército de EEUU llegaron al Aeropuerto Internacional "Louis Armstrong" de Nueva Orleans, y otros 1.600 soldados de la Primera División de Caballería (blindados) arribaron a Hammond, Luisiana. Los militares tienen unos 300 helicópteros en la región para realizar misiones de aprovisionamiento a los damnificados que quedaron aislados por la inundación y trabajan en tareas de evacuación.
Miles de soldados en Alabama, Misisipi y Luisiana
Casi 2.000 infantes de la Marina, procedentes de bases en California y Carolina del Norte, han llegado a Misisipi donde, presumiblemente, su tarea principal será la asistencia a los damnificados. La presencia naval en el área ha llegado ahora a 21 buques, 18 de la Marina de Guerra y seis de Guardacostas, mientras otras cinco naves están en ruta hacia la región asolada por el huracán. Entre estas naves se cuentan el portaaviones "Harry Truman", y el buque hospital "Comfort" que tiene capacidad para cientos de enfermos.
El servicio de Guardacostas tiene en operaciones en las costas de Luisiana y Misisipi 59 embarcaciones y 52 aviones, al igual que numerosos equipos de ayuda para la navegación. Más de 2.500 miembros de ese servicio con equipos de todo el país llevan a cabo operaciones de respuesta a la emergencia.