L D (EFE) De lo contrario, afirmó, el ejecutivo de la Generalidad Valenciana entenderá que el Gobierno "ha dejado de defender a la Generalitat" y, por tanto, incumple una de las obligaciones que le dicta la Constitución Española. El consejero así lo manifestó en una rueda de prensa convocada tras conocer que el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira, exige, en una entrevista en el diario "El Mundo", que "un ministro" diga públicamente antes del próximo 22 de noviembre que "el valenciano no existe".
A juicio de González Pons, el "chantaje y la coacción" de ERC es "insostenible para el Gobierno de España" e implica una "coacción inaceptable para el pueblo valenciano", puesto que supone la "usurpación del derecho de los valencianos a llamar como les salga del corazón a la lengua que hablan". "Esperamos que Zapatero no vulnere el Estatuto de Autonomía por un puñado de votos", dijo el consejero, que reclamó la "solidaridad de todas las Comunidades Autónomas del Estado".
González Pons anunció que ha solicitado que el Ministerio de Administraciones Públicas convoque a los portavoces de los gobiernos autonómicos "para pedir amparo al Ministerio" y exponerles "la situación de la Comunidad Valenciana". Para el consejero, "si ERC consigue cambiar el nombre de la lengua valenciana, nadie puede saber qué va a ser lo próximo que va a reclamar. No se puede ceder ante el chantaje".
El Gobierno valenciano reclamó también que, "si el Gobierno cede a la coacción de ERC", el ministro encargado de anunciar "que el valenciano no existe lo haga desde la sede de la Delegación del Gobierno en Valencia para saber quién ha vendido lo que no le pertenece". En opinión del consejero portavoz, la polémica no es "una cuestión filológica ni científica, sino política", puesto que "la cuestión es si los valencianos tienen derecho a decidir cómo llamar, cómo organizar y cómo regular la lengua que hablan". "Actualmente hay dos personas negociando sobre las señas de identidad de los valencianos, como Carod Rovira y José Luis Rodríguez Zapatero, que no tienen competencia para ello. Es una usurpación de un derecho de los valencianos", aseguró.
A juicio de González Pons, el "chantaje y la coacción" de ERC es "insostenible para el Gobierno de España" e implica una "coacción inaceptable para el pueblo valenciano", puesto que supone la "usurpación del derecho de los valencianos a llamar como les salga del corazón a la lengua que hablan". "Esperamos que Zapatero no vulnere el Estatuto de Autonomía por un puñado de votos", dijo el consejero, que reclamó la "solidaridad de todas las Comunidades Autónomas del Estado".
González Pons anunció que ha solicitado que el Ministerio de Administraciones Públicas convoque a los portavoces de los gobiernos autonómicos "para pedir amparo al Ministerio" y exponerles "la situación de la Comunidad Valenciana". Para el consejero, "si ERC consigue cambiar el nombre de la lengua valenciana, nadie puede saber qué va a ser lo próximo que va a reclamar. No se puede ceder ante el chantaje".
El Gobierno valenciano reclamó también que, "si el Gobierno cede a la coacción de ERC", el ministro encargado de anunciar "que el valenciano no existe lo haga desde la sede de la Delegación del Gobierno en Valencia para saber quién ha vendido lo que no le pertenece". En opinión del consejero portavoz, la polémica no es "una cuestión filológica ni científica, sino política", puesto que "la cuestión es si los valencianos tienen derecho a decidir cómo llamar, cómo organizar y cómo regular la lengua que hablan". "Actualmente hay dos personas negociando sobre las señas de identidad de los valencianos, como Carod Rovira y José Luis Rodríguez Zapatero, que no tienen competencia para ello. Es una usurpación de un derecho de los valencianos", aseguró.