(Libertad Digital) La CEP considera que el Gobierno "está inhabilitado para defender los derechos civiles de los ciudadanos españoles y de los extranjeros" y ha denunciado la "deslealtad institucional del Gobierno". Cincuenta de los cien policías españoles enviados por el Gobierno a Mauritania para identificar y repatriar a los 369 inmigrantes que se encontraban en el Marine I regresaron este miércoles por la noche. Desde el sindicato denunciaron que sólo recibieron un bocadillo, tuvieron que hacer sus necesidades al aire libre, asearse en el mar y alimentarse con lo que compraban a los vendedores ambulantes. "El Gobierno español se ha olvidado de que los policías españoles comen y duermen", dice Gavilán. Pese a que esta situación se viene denunciando desde hace ya varios días, el Ejecutivo no se ha dignado a dar una respuesta.
El miércoles por la noche llegaban a Barajas 50 de los cien policías enviados a Mauritania tras 72 horas sin dormir y sin comer. Los agentes declararon a LDTV que había sido el "peor" servicio de sus vidas. "Nos han tratado como a perros", denunció un policía visiblemente indignado. Contaba, que así como Cruz Roja tenía previsto para los inmigrantes los medios que éstos podían necesitar como "mantas" u otros utensilios, no ha sido así para los agentes. "No había ninguna infraestructura". Pero es que no sólo no han comido, no han dormido y se han tenido que asear con agua del mar, sino que las mascarillas, necesarias para no contagiarse de las posibles enfermedades que pudieran tener los inmigrantes, sirven para un par de horas pero los policías han permanecido con ellas "tres días".
El martes por la noche, la CEP advirtió que el Gobierno de Mauritania no permitía salir del país a cincuenta funcionarios de Policía españoles de la Unidad de Intervención de Madrid. Según las fuentes consultadas por Libertad Digital, un grupo de funcionarios del Gobierno mauritano tomó las pistas del aeropuerto para impedir la salida del vuelo. Al parecer el país africano no se fiaba del Gobierno español y no permitía la salida de los policías españoles hasta que no se llevaran a todos los inmigrantes del pesquero.