El "agraciado" para dirigir el único debate de izquierdas de la televisión, tal y como lo define la cadena de Roures en su nota de prensa de este martes, es ni más ni menos que uno de los que dirigieron el agit-prop de la SER tras la masacre del 11 de marzo: Antonio García Ferreras.
La Sexta se jacta, sin ningún tipo de rubor, de que Al rojo vivo es un proyecto "indispensable por salud democrática". Así se expresaba recientemente José Miguel Contreras, consejero delegado de la cadena, que añadía que es necesario que el público sepa que tiene "una alternativa" si no quiere ver "el mundo sólo tamizado desde las tertulias de un punto de vista único, que es el pensamiento de derechas".
Como hoy señala con ironía La Gaceta, la carrera de García Ferreras tuvo en 2004 uno de "sus mayores logros informativos". Se refiere el diario a "la vergonzosa manipulación periodística con la que, durante las horas y días posteriores a los atentados del 11 de marzo en Madrid, la cadena SER informaba de los hechos".
Junto a su entonces jefe de informativos, Daniel Anido, la labor realizada por García Ferreras esos días "pasará a los anales de la historia del periodismo por lo mentirosa y políticamente direccionada que fue en todo momento". Y añade el diario de Intereconomía: "Muchos dedos le apuntaron a él como el instigador de los mensajes de texto" con el famoso "pásalo" que propició que se cercasen las sedes del PP durante la jornada de reflexión previa a las elecciones del 14 de marzo.
Si La Sexta andaba buscando un sectario prosocialista, con García Ferreras ha dado en el clavo.