LD (Europa Press) La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, reconoció este martes "fallos humanos no motivados por la malicia" en el control del dispositivo electrónico que llevaba Maximino Couto, el preso que presuntamente asesinó el sábado en Pontevedra a su novia. La alarma que se activó una vez que Couto se arrancó el sistema GPS funcionó bien aunque no fue detectada por los funcionarios de la Unidad Central de Vigilancia Electrónica.
Durante una visita al hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla, Gallizo indicó que aún "no ha concluido el análisis de cómo se produjo el error" humano, que "deberá ser analizado en su justo término". "Lo que más tiene que preocuparnos es cómo reforzar nuestro sistema para evitar no ya el fallo humano sino para garantizar que aunque se produzcan fallos haya otros sistemas complementarios" de control, sentenció.
Asimismo, la secretaria general de Instituciones Penitenciarias insistió en destacar que el sistema de control funcionó porque "dio la alerta" en el momento en que el presunto asesino "manipuló su dispositivo". Así las cosas, explicó que "al parecer los funcionarios que estaban en el servicio de seguimiento no se percataron de que se había producido una alerta, quizás porque la alerta de aproximación tiene una alarma mucho más potente que la alerta de manipulación".
No obstante, Gallizo quiso dejar claro que "los sistemas de control funcionan y que a veces pueden producirse fallos humanos al no percatarse de que se está produciendo una situación que debe ser controlada", de manera que desde el departamento que dirige "se van a poner los medios al alcance para evitar que esto se pueda repetir". "Si hay que poner cuatro ojos para que vea más que dos se pondrán", apostilló.
"Quiero transmitir que los sistemas de control funcionan y seguirán funcionando porque tenemos la responsabilidad de garantizar la seguridad de las personas", prosiguió Gallizo, quien manifestó que "a pesar de que esta persona finalizaba su condena en 20 días, en el permiso que se le dio se pusieron todas las cautelas y sistemas de control". "Quiero decir que somos muy rigurosos en la concesión de permisos, que se analizan con mucho cuidado para poner en marcha todos los mecanismos de control y que no somos permisivos con quienes representan un riesgo", apostilló.