L D (Agencias) El proyecto inicial de demolición del Windsor, de 17,5 millones de euros y presentado por el responsable del Departamento de Control de la Edificación del Ayuntamiento, Emilio García de Burgos, el pasado 25 de febrero, establecía un plazo de ejecución de entre 10 y 11 meses, que se ha visto acortado cuatro meses como consecuencia del buen ritmo y la ausencia de incidentes.
El proceso comenzó con el desmontaje de elementos y restos de estructura que permanecían inestables, colgando del exterior de las fachadas, con objeto de preservar la seguridad de los operarios. Posteriormente se desinstaló la grúa torre que existía sobre la coronación de este edificio. El inicio de la demolición propiamente dicha se desarrrolló con el auxilio de cuatro grúas exteriores e interviniendo los trabajadores desde dos cabinas-jaula.
Para los operaciones de corte y desbroce su utilizaron elementos a fracturar y procedimientos de oxicorte, lanzas térmicas, dispositivos de agua a presión, mordazas demoledoras, discos de corte y robots dirigidos desde control remoto con la posibilidad de utilización de distintos accesorios cazos, bivaldas, pinzas abrazadoras, discos de corte y cizallas, según informó Europa Press.
El desmontaje se realizó siguiendo el orden lógico de la degradación estructural existente, de elementos de menos a más seguros, es decir, desde la fachada al núcleo de escaleras, comenzando con el despiece de forjados delimitando elementos de superficie variable, dependiendo de su ubicación y de los medios de elevación disponibles.
Interés internacional por las obras
Esta técnica no ha pasado desapercibida ante los expertos nacionales e internacionales, y tanto entidades extranjeras como colegios profesionales y el mundo universitario de países como el Reino Unido y Japón, se han interesado por el proceso. En este sentido, el Ayuntamiento está elaborando un DVD de una hora de duración en el que queda todo el proceso explicado, aprovechando las imágenes tomadas con cinco cámaras, tanto exteriores como interiores, que fueron instaladas para garantizar la seguridad de todos los trabajos.
Este documento gráfico será mostrado a los medios de comunicación el día 31, cuando se haga pública la apertura de la calle de Raimundo Fernández Villaverde. Antes, la empresa encargada de la demolición, Ortiz Construcciones y Contratas, y la responsable de las grúas, Peninsular S.L., dedicarán tres semanas para retirar las grúas y todo el material de trabajo.