(Libertad Digital) Según informa Galicia Bilingüe en un comunicado, esas más de cien mil personas, todas mayores de edad, suscribieron un documento en el que se exige la derogación del decreto que regula el uso del gallego en las escuelas y se reclama que se lleven adelante los cambios normativos necesarios en la política lingüística de la Administración Autonómica para que se reconozca la igualdad de derechos de todos los ciudadanos con independencia de la lengua que prefieran utilizar.
La asociación que preside Gloria Lago señala que los firmantes apoyan que los padres, o en su caso, los alumnos, puedan escoger el idioma en que se imparte la enseñanza, "un derecho –especifica el escrito– reconocido en países que han ratificado la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias en similares términos a los que lo ha hecho España".
"Las políticas de imposición lingüística –continúa el documento– suelen dar malos resultados a la hora de recuperar hablantes para un idioma e incluso pueden provocar serios efectos de rechazo que afectan negativamente a la convivencia entre comunidades lingüísticas". Desde Galicia Bilingüe, remarca la nota, se demanda, en definitiva, el establecimiento de un sistema educativo que respete el derecho de elección de la lengua docente por parte de los padres o los alumnos, con la única condición de que los dos idiomas han de ser impartidos como materias obligatorias a todos los estudiantes.
La asociación decidió conservar una copia de las firmas entregadas este lunes en la Xunta, que ocupaban un total de trece cajas, para enviarla al Parlamento Europeo. En este sentido, la presidenta, Gloria Lago, se congratuló del acuerdo adoptado en el seno de esta institución la semana pasada, cuando la Comisión de Educación y Cultura aprobó un informe en el que precisamente se reconocía el derecho de los padres a elegir la lengua vehicular en la enseñanza de sus hijos. Lago pretende que las más de cien mil firmas gallegas sirvan para animar a los parlamentarios europeos a seguir este camino, impulsado por el portugués Graça Moura, con quien precisamente se reunieron representantes de Galicia Bilingüe en Estrasburgo meses atrás para demandarle apoyo a sus tesis.