En la escuela pública hay muchos chavales, y su formación siempre está condicionada por el devenir de las pretensiones de los poderes fácticos que el delirio identitario creó para poder asentarse muy bien. Parece ser que los padres cuentan poco, sobre todo cuando hay que reivindicar el sentido común, el sentidito de la gente normal, no el de los sindicatos, el de los caciques de la cultura, el de las asociaciones del frenesí pedagógico y demás nutridas comparsas que maman del erario público. Promover nuestro idioma es algo normal y lógico que va ligado a nuestra identidad, ahora, renunciar a la oportunidad de compartir otro idioma ligado por igual a nuestra identidad “supranacional” es, sencillamente, una estupidez. Es posible, como sospecho atrevidamente, que algunos no quieren bajarse de la moto, y como no tienen nada que perder cuestionando los derechos inalienables de los ciudadanos, reivindican imposiciones que lo único que aportan es un tedioso imperativo legal que cierra entre las paredes de la administración las exquisitas palabras del “señorío” del habla, dejando huérfano al idioma fuera de las murallas de palacio. Señores padres y madres, señor Conselleiro de Educación, señor Feijoo, adelante, no se amilanen, el sentido común y la libertad les ampara. Adelante Gloria; gracias Gloria. Libertad lingüística ¡¡¡¡YAAA!!!!
No ensino público hai moitos rapaces, e a súa formación vai sempre condicionada polo devir das pretensións dos poderes fácticos que o delirio identitario creou para poder asentarse moi ben. Parece ser que os pais contan pouco, sobre todo cando hai que reivindicar o sentido común, o sentidiño da xente normal, non dos sindicatos, dos caciques da cultura, das asociacións produto do frenesí pedagóxico, e demáis nutridas comparsas que maman do erario público. Promover o noso idioma é algo natural e lóxico que vai ligado a nosa identidade, agora, ter que renunciar a oportunidade de compartir outro idioma ligado por igual a nosa identidade “supranacional” é, sencillamente , unha estupidez. Se cadra, como eu sospeito atrevidamente, algúns non queren baixarse da moto, e como pouco teñen que perder cuestionando os dereitos inalienables dos cidadáns, reivindican imposicións que o único que aportaron é un tedioso imperativo legal que pecha entre os paredóns da administración as verbas exquisitas do señorío da fala, deixando orfo o idioma fóra das murallas do pazo. Señores pais e nais, señor Conselleiro de Educación, señor Feijóo, adiante, non se apouquen, o sentido común e a liberdade os amparan; nin Mandela, na fabulosa Constitución Sudafricana, ten unha barbaridade lexislativa sobre os idiomas oficiais que comparten como a que algúns pretenden impoñer aquí. Adiante Gloria; gracias Gloria. Liberdade lingüística, ¡¡¡¡¡xa!!!!. Te das cuen Manolito do País??.
¿Y qué va a gacer la Xunta? ¿Va a mirar para otro lado ante este atropello? Un país en el que los funcionarios, especialmente los profesores que tienen bajo su custodia menores, se prevalen de su cargo para hacer apología de una determinada ideología, y sobre todo cuando se lleva a cabo una consulta en los que los padres han de opinar libremente, no es una democracia. Si Feijóo cree que va a acabar con la imposi´ción lingüística sin mayores conflictos y sin tener que sancionar y separar del servicio a unas cuantas decenas de profesores nacionalistas fanáticos es que es un ingenuo o un ignorante. Cuanto más tarde en tomar medidas disciplinarias más se le subirán a las barbas. Pero si hasta una asociación de directores se ha permitodo el lujo de cuestionar la consulta porque "provoca" enfrentamientos en los claustros de los centros. Los enfrentamientos son responsabilidad de los intolerantes y si se producen en los claustros la responsabilidad es de los directores por inñútiles e incompetentes, ya que este asunto no es comopetencia de los claustros y no pueden tratar sobre él. No te enteras Feijóo, o no te quieres enterar. O te enfrentas a la CIG con determinaciñon o te chulean; bueno, nos chulean. Si a ti te da igual a los que te votamos no; así que ya sabes, ponte las pilas.
Pues mira, que sigan presionando, como quien oye llover. Ha ganado el PP y ahora hay que quitar esa absurda ley de aprender el gallego a la fuerza. Hasta ahí podríamos llegar, ahora que se aguanten los nacionalistas, porque el resto de los españoles estamos hartos de ellos.
El problema es querer IMPONER unas lenguas sobre otras, ni un gallego-parlante quiere hablar español, ni lo contrario.
Igual que yo ya estoy harto del inglés, el cual leo bien, pero que me resulta muy costoso mantener o avanzar en escritura y habla. Porque es IMPOSIBLE sin un gasto de tiempo y dinero considerable conocer bien otras lenguas maternas.
La solución es el Esperanto, lengua planificada, regular y fácil de aprender (no chupada, sólo unas 10 veces más fácil que el inglés), no necesita de viajar a otras zonas, ni supone imposición de culturas dominantes.
Es simplemente, la única solución a los problemas de la lengua que azota a toda Europa. Mientras los ricos quieren imponer el inglés, catalán, etc. (ellos lo aprenden en colegios bilingües con profesores nativos - de allí o allá o viajando al extranjero). Los pobres no podríamos mantener su aprendizaje siendo ciudadanos de segunda allí donde vivamos.
No a la imposición de lenguas imperialistas (ni gallego, ni catalán, ni vasco, ni español, ni inglés, ni francés) Nadie tiene derecho a obligar a otros a aprender SU lengua.
El Esperanto es la solución MENOS MALA, ante la necesidad de comunicarnos todos y de preservar la riqueza lingüística de Europa.
El colegio público donde por desgracia llevo a mi progenie se ha convertido en el último año en un santuario religioso del gallego. Tienen tapizado el colegio con eslóganes, carteles, trabajos de los niños todos en gallego, es proselitismo, por ser generoso en calificarlo. Si ni siquiera a través del TC podemos buscar amparo, o se cambia de constitución con urgencia y paralelamente se expulsa a todos los profesores que han participado activamente en la imposición del gallego o se está sembrando la semilla de la rebelión social.
Hasta que los nazionalistas no reciban de su própia medicina no se podrá hacer nada.
Pero que encuestas ni que niño muerto, no estamos en España, entonces en las escuelas que se enseñe el idioma de la nación el Español, que los independentistas quieren que no se olvide una lengua pueblerina, que se ponga unas horas en dichas lenguas, pero si seguimos así al final nuestro derecho de enseñar el castellano a nuestros hijos y nietos nos lo impiden, no solo los nacionalistas sino el gobierno de la nación y todo aquel que ha de salvaguardar la constitución que son las normas y leyes con las hemos de convivir todos los Españoles