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Gabriel Albiac, premio González Ruano de Periodismo

El filósofo, catedrático y colaborador de LD Gabriel Albiac ha sido galardonado con el prestigioso premio González Ruano. El galardón, entregado por la Fundación Mapfre, reconoce así el valor de sus artículos en prensa.

juanma33 dijo el día 7 de Julio de 2010 a las 11:13:

Cuando Albiac escribe o habla es obligado leer o eschuchar con atención. En español, analiza y se le entiende: especie en extinción.

wiccano1 dijo el día 7 de Julio de 2010 a las 00:09:

¡¡¡Pistonudo!!!

ME da alegría y gran emocionaje.
Enhorabuena, lo merece sobradamente, Don Gabriel.

rmlf dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 22:31:

Mi enhorabuena al premiado.

kaminski dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 22:22:

Enhorabuena Sr.Albiac

Vicki dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 21:33:

Enhorabuena a Gabriel Albiac.Ese prestigioso premio lo ganó FJL en 1992 por los toros de Guisando

paserifo dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 21:32:

¡Qué alegría! ¡Enhorabuena, Lucrecio!

Cerezo dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 21:26:

Mi enhorabuena a esta gran persona.

charisma dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 21:10:

Una gran noticia.

Ya sabemos que en LD contáis con los mejores y es un privilegio para nosotros el poder verlos y oirlos aquí.

D. Gabriel, enhorabuena y seguro, seguro que llegarán más.



NUNCA OLVIDAREMOS LO INOLVIDABLE




Fineas dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 20:54:

Felicidades a Don Gabriel. Le comencé a leer en La Razón y hasta ahora. Le considero alguien cercano. Enhorabuena.

Divara dijo el día 6 de Julio de 2010 a las 20:43:



Hace 15 años asistí a mi primera clase con Gabriel Albiac, en la Facultad de Filosofía de la Complutense. Yo tenía 18 años. Recuerdo que Albiac tenía pelo (bastante, y bastante largo) y llevaba un sombrero negro. Inauguramos el curso leyendo a Platón. El Banquete, creo. Albiac leía muy despacio, titubeaba en algunas palabras, dudaba, rectificaba y leía lo mismo con otras palabras...

- "¿Pero qué le pasa a este tío? ¿Es que no sabe leer?", me comentó mi compañera.

Cuando terminó la clase me acerqué a la mesa del profesor para entregarle mi ficha y me di cuenta de que se había pasado la clase leyendo a Platón en griego clásico y traduciendo sobre la marcha, sin diccionarios ni gaitas. A pelo.

Mi más sincera enhorabuena al profesor que me presentó a Platón, cambiando, con ello, mi vida.

Un fuerte abrazo, mi querido Gabriel.