Interior no tiene fondos para buscar el cadáver de Marta del Castillo

LD (Pedro de Tena) Cuenta este jueves el Diario de Sevilla que los problemas económicos están frenando el inicio de las tareas de búsqueda del cadáver de Marta del Castillo en el vertedero de Montemarta Cónica, en el término municipal de Alcalá de Guadaíra, al que se derivan todos los residuos recogidos en Sevilla.

El Ministerio del Interior dice no disponer de una partida presupuestaria específica para poder asumir los costes que implican la paralización de esta planta de tratamiento de residuos e incluso se está buscando ya financiación entre otras administraciones públicas para poder comenzar con las labores de rastreo.

El Gobierno de Zapatero y su ministro Rubalcaba están pidiendo a otras administraciones que ayuden a sufragar los gastos. La Delegación del Gobierno en Andalucía ha comenzado una ronda de contactos con otras administraciones, entre las que se cuenta el Ayuntamiento de Sevilla, para pedirles que hagan un esfuerzo económico y poder así comenzar la búsqueda.

El dispositivo está a la espera de que se reúna el dinero necesario para poder asumir la paralización de la planta o que al menos se compense económicamente a la empresa por la ralentización del proceso de tratamiento de los residuos acumulados en la escombrera.

El vertedero lo explota una empresa privada, Aborgase, por concesión administrativa de la Junta de Andalucía. La empresa no puede asumir, naturalmente, los costes que supone la paralización del proceso de tratamiento de residuos ni los que implicaría la revisión minuciosa de los miles de toneladas de basura acumuladas desde el 24 de enero -día de la desaparición de Marta- hasta hoy. La planta recibe 1.300 toneladas de basura diarias, de las cuales el 70% procede de Sevilla capital y el resto de otros municipios del extrarradio, por lo que desde la noche del crimen se podrían haber acumulado en el vertedero casi 70.000 toneladas de residuos.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, aseguró ayer que tendrían que removerse entre 40.000 y 45.000 toneladas de basura. Fuentes de la investigación precisaron, sin embargo, que se podría acotar la búsqueda entre los residuos depositados durante los 20 días posteriores a la muerte de Marta del Castillo y no tendría que revisarse tanta cantidad.

Aunque tampoco se sabe si es cierta esta nueva versión de los acusados del crimen, el cuerpo podría encontrarse en una superficie de 100 metros cuadrados pero muy profunda, por lo que habría que desenterrar la basura acumulada en ella. Según técnicos consultados por este periódico, aún no ha dado tiempo a que los desperdicios generen gases y no hay riesgo de explosión.

Al igual que hizo con el dispositivo del río, el Gobierno ha planteado la posibilidad de que utilizar a los soldados de la Unidad Militar de Emergencias para la revisión de la basura. Sin embargo, la primera intención de los responsables del dispositivo es que el rastreo lo lleven a cabo los propios trabajadores del vertedero, ya que prefieren que la basura sea manipulada por un personal especializado en el tratamiento de los residuos. Lo que sí parece descartado ya es que se lleve a la planta a los perros de la Guardia Civil especializados en oler cadáveres, debido a que en el vertedero hay una saturación de olores.

Este miércoles se celebró una primera reunión entre los responsables del vertedero y los jefes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para estudiar la dificultad que implica este nuevo trabajo. El delegado del Gobierno en Andalucía no quiso esta vez precisar el grado de credibilidad que los investigadores otorgan al testimonio de Miguel Carcaño, después de que hace un mes asegurara que había un 99,9 % de posibilidades de que el cadáver de Marta se hallaba en el río Guadalquivir.

"La búsqueda en el vertedero es una orden del juez y lo que corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es cumplir la orden del juez. Los problemas económicos que lastran la puesta en marcha del dispositivo en el vertedero no afectaban al río, ya que los fondos con el que se pagan las dietas, los desplazamientos, las horas extraordinarias y el combustible, entre otras cuestiones, se toman de la partida destinada a servicios extraordinarios del Ministerio del Interior y este dinero puede detraerse de partidas de otros años. Ahora, en cambio, hace falta liquidez para asumir los costes.