Expertos en familia proponen topes a los tipos de interés del crédito doméstico

LD (V. Gago) Hay un completo análisis económico de la función de la familia, en el sustrato de las 37 medidas que la  Fundación Madrina ha hecho llegar a los dos grandes partidos nacionales con opciones de formar gobierno. La recepción ha sido desigual en PSOE y PP, según ha comprobado Libertad Digital consultando a fuentes autorizadas de ambos partidos políticos.

 

El PSOE se muestra aparentemente más interesado en incorporar algunas de las medidas a su programa, mientras que en el PP dan largas, según informó este martes Libertad Digital basándose en dichas fuentes.

 

¿Tiene algo que ver en ello el epatante acento intervencionista de algunas de las propuestas?

 

Los expertos de la Fundación, simplemente, han cambiado el eje de la agenda de gasto. No son unos ingenuos que piensan que el Estado con todo su aparato y sus prestaciones puede desaparecer de la noche a la mañana. Simplemente, proponen un cambio de prioridades, para situar a la familia en el centro, convencidos de que crear familia es crear sociedad civil, crear riqueza privada y, por consiguiente, fortalecer la libertad individual  y la propiedad privada con la vista puesta en el largo plazo.

 

"Una mala política familiar implica una pérdida del 1 por ciento del PIB al año", estima Conrado Giménez Agrela, quien, antes de centrarse en la acción benéfica y el conocimiento de la institución familiar, ha desarrollado una carrera en la élite de analistas de algunos de los mayores bancos del mundo.

 

La fuga de renta se manifiesta en una baja natalidad, que hace perder talento y esfuerzo al país, y por otro lado, en el gasto que supone la combinación del aumento de abortos y el aumento de adopciones internacionales, una opción en la que España es ya el segundo país del mundo. La Fundación Madrina sitúa en torno al 0,4 por ciento del PIB el coste de las adopciones internacionales.

 

 

Por eso, la entidad benéfica, que colabora con la Comunidad de Madrid y con el Ministerio de Asuntos Sociales, propone entre sus 37 medidas una reforma de la Ley del Menor para ofrecer una nueva alternativa al aborto a aquellas madres que no desean tener un hijo: "Pedimos que deje de ser obligatorio indicar el nombre y apellidos de una madre que entrega un bebé en adopción", señala Conrado Giménez Agrela a este diario.

 

Otra innovación en el programa integral para la familia de la Fundación Madrina

consiste en un cambio de chip en el estatuto del Banco Central Europeo. Giménez Agrela entiende que esta institución puede desempeñar un papel regulador clave para la prosperidad de las familias.

 

"Lo que estamos proponiendo es que el BCE añada a sus objetivos macroeconómicos, que actualmente sólo contemplan el control de la inflación, un objetivo social que incluya el establecimiento de una cláusula de salvaguarda para evitar el colapso de las economías domésticas y familias. Se trataría de poner un límite superior o stop-loss a los tipos de intervención y de mercado para el crédito doméstico, que sería financiado por la Unión Europea y por los gobiernos de los países miembros de la Eurozona", explica el presidente de la Fundación.

 

Todo este paquete de medidas responde coherentemente a una observación de la familia como fuente de riqueza y fundamento de una sociedad de propietarios, y no sólo como un acervo cultural.

 

Entre las decisiones que demandan al próximo Gobierno, se encuentra la aprobación de la "educación gratuita y la atención social de bebés y niños de 0 a 3 años". Están tan seguros de que la familia es la cuestión que más interesa a los ciudadanos, que Conrado Giménez Agrela sostiene que "quien ofrezca la educación gratuita y universal de 0 a 3 años se llevará el gato al agua y ganará las próximas Elecciones".