L D (EFE) Ambos resultaron heridos de gravedad la noche del pasado 1 de enero en su domicilio de El Arenal de Llucmajor (Mallorca), al recibir sendos tiros de una escopeta de caza disparados por el que había sido pareja sentimental de su madre, Pilar Crevillent, que murió al recibir dos impactos.
El más grave de los heridos sigue siendo, José, de 18 años, que este viernes por la tarde fue intervenido quirúrgicamente por los médicos del hospital de Son Llátzer, donde está ingresado desde la noche de la tragedia, para tapar los orificios en el bazo que le causó el disparo. En estos momentos, el joven "está estable dentro de un pronóstico muy grave".
Mientras, Jaime, de 21 años, "ha salido de la gravedad inicial" y los médicos creen en los próximos días "estará despierto", añadieron las fuentes, que aseguraron que, pese a que se prevé una evolución favorable en las próximas 48 horas, el muchacho se mantiene en la UCI del hospital Son Dureta con ventilación mecánica. En este caso, los disparos le alcanzaron el pulmón izquierdo y la arteria axilar.
En la tarde de este sábado ha pasado a disposición judicial el asesino, que se entregó a la Guardia Civil cinco horas después de cometer el crimen.
El más grave de los heridos sigue siendo, José, de 18 años, que este viernes por la tarde fue intervenido quirúrgicamente por los médicos del hospital de Son Llátzer, donde está ingresado desde la noche de la tragedia, para tapar los orificios en el bazo que le causó el disparo. En estos momentos, el joven "está estable dentro de un pronóstico muy grave".
Mientras, Jaime, de 21 años, "ha salido de la gravedad inicial" y los médicos creen en los próximos días "estará despierto", añadieron las fuentes, que aseguraron que, pese a que se prevé una evolución favorable en las próximas 48 horas, el muchacho se mantiene en la UCI del hospital Son Dureta con ventilación mecánica. En este caso, los disparos le alcanzaron el pulmón izquierdo y la arteria axilar.
En la tarde de este sábado ha pasado a disposición judicial el asesino, que se entregó a la Guardia Civil cinco horas después de cometer el crimen.