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Escritores españoles se resisten a los cambios de la nueva ortografía

Varios escritores españoles han expresado sus reticencias a la hora de adoptar algunos de los cambios más discutidos de la nueva Ortografía Española, como el nuevo nombre de la "y griega" o la ausencia de tilde en "truhán".

Caminant dijo el día 15 de Noviembre de 2010 a las 09:26:

Personalmente seguiré acentuando aquello que aprendí en mi lejano bachillerato comenzado el año 1965. Me pilla viejo para empezar con mamarrachadas ahora.

Senex dijo el día 15 de Noviembre de 2010 a las 09:13:

Desde una modestísima posición de usuario ocasional de la lengua escrita, me uno a los profesionales que apuntan cierta rebelión a los dictados y/o consejos de la Academia; acaso demasiado condicionada por los académicos de los países hermanos ultratlánticos. Segun creo, en el inglés escrito se usan las grafías "ph" e "y", por /f/ e /i/, cuando el étimo es de origen griego, y en portugués para referirse a los símbolos matemáticos X e Y dicen xí e ýpsilon. Por mi parte, envidio esas concesiones a la cultura clásica y sigo pensando que antes bien deberíamos imitarlas que vulgarizar las ya existentes; pero, para gustos están los colores.

rawolf dijo el día 15 de Noviembre de 2010 a las 08:57:

¿Existe una Real Academia Inglesa de la Lengua? (la respuesta es no, era una pregunta retórica:-))

Es que vemos a un rebaño y allá vamos, de cabeza, a lo que mande el pastor y sus perros.

La lengua la hacemos los que la usamos, no las academias.

proby dijo el día 15 de Noviembre de 2010 a las 01:39:



Cualquie: cuando se escribe la "o" disyuntiva entre números no hace falta poner acento porque la "o" suele ser más baja que los números. Además, si cuando se escribiera a mano se siguiera la caligrafía tradicional y se escribiera la "o" con un rabito por dentro, la confusión sería poco menos que imposible.

Lo de la supresión de las tildes sí me parece deleznable, y algún que otro colaborador de Libertad Digital, a pesar de ser persona (o personas) de reconocido prestigio intelectual, practica (o practican) esa absurda supresión.

siona dijo el día 14 de Noviembre de 2010 a las 23:03:

¿Como no vamos a tener una basura de nivel educativo con semejantes académicos?Yo seguiré llamando a la "y" y griega,porque es como se ha dicho desde siempre,meteré la ch y la ll en el abecedario y a diferencia de estos lumbreras seguiré pronunciando la ll de un modo distinto a la "y".

quasimod dijo el día 14 de Noviembre de 2010 a las 21:51:

No soy yo escritor. Ni siquiera llego a escribidor, me quedo en juntaletras, pero eso no es óbice para que esté del lado de esos escritores que no están del lado de la Academia que dejó hace mucho tiempo de estar al lado de los que hablan español en la calle, en casa, en el fútbol, en el trabajo, en su vida, en fin.

Así, yo seguiré incluyendo la "ch" y la "ll" en el alfabeto, pues de otra forma sería imposible hablar de la chufla que en todo el mundo se hace, por no hablar del llanto que provoca el académico truhán que sólo es conocido por llamar yei a la "y" griega.

Vayanse a escaparrar nabos señores académicos.

¡Ah! Y no me digan que el letrero de una calle que se expresa así: "Calle La Reina" esta correctamente escrito, PORQUE NO LO ESTÁ. Le falta pa preposición DE, nexo entre calle y el nombre de la misma, que es otro sustantivo. ¿Quién me envió la respuesta a mi correo electrónico? ¿El conserje logsiano fichado?

Lo dicho, a escaparrar nabos, aunque el término escaparrar todavía no lo hayan incluido en el diccionario. Me da igual, imagínenese el significado.

Cualquie dijo el día 14 de Noviembre de 2010 a las 21:43:

Lo de "b" baja y "b" alta no sólo se dice en Sudamérica, la gente antigua, aquí en España, lo sigue utilizando a veces.
Para mí el cambio más problemático es el del acento de la "o" entre números; escribiendo a mano es completamente necesario; en un examen de matemáticas, por ejemplo, ahí no se puede dejar de usar porque es fácil confundir la "o" con un cero.

abwher dijo el día 14 de Noviembre de 2010 a las 21:11:

Pues a mí, estos cambios, me los paso por el forro de los ..... Me parece que todos estos académicos se dedican a tocar los guiones a fin de justificar su puesto y nada más. Vamos que, por mi parte, ni puto caso a los cambios; lo mismo que con el padrenuestro.

beltane dijo el día 14 de Noviembre de 2010 a las 21:09:

Sólo me voy quedar para decir que solo me voy a quedar.

¡Con acento!

Ya me jode ya coincidir con el panfletario zetapárico pero ese acento es necesario.

En cuanto a lo de la ye, pues no me veo, la verdad. Es una letra complicada pero eso es parte de su gracia. En alemán es la Epsilon y en español la i griega. ¿Dónde está el problema? ¿en que los niños de hoy no saben escribir un dictado?

0aladin0 dijo el día 14 de Noviembre de 2010 a las 20:37:

¿Hace falta ser "gilipuertas" para ser académicos, o qué?.
Veamos, yo creía que los académicos estaban para velar por la pureza de la lengua, pero por lo que veo, sólo están para hacer seguidismo de las miembras progres de este país, antes llamado "patria de Cervantes". Pobre D. Miguel. Si él levantara la cabeza.
Al parecer, a estos académicos "cenutrios" se les ha acabado las ganas de luchar contra la estulticia, por que díganme si me equivoco, ¿la Academia admite como correctos los vocablos que escupen los incultos, en vez de ponerles "orejas de burro" a todo profesor que permite y no suspende a los "burracos" que presumen de su incultura?. ó, ¿sólo pretenden tapar su vergüenza por permitir que llegue tanto "pollino" a la Universidad, con una media de 25 faltas de ortografía?.Si eliminamos las reglas de ortografía ya no habrá "pollinos", habremos igualado a todos los estudiantes por abajo, o sea, serán todos burracos. ¿Es esa la nueva filosofía?
¿Qué hacen los filólogos que no critican los ataques a la lengua?.
¿Es que para todo vamos a tener que recurrir a Federico, a Arturo Pérez-Reverte, y pocos más.
Venga, ¿académicos?, enfrentaos de una vez a toda la merdè del progrerio que nos invade y nos degrada, por que después hablaremos sólo con artículos, verbos y sustantivos, y no pararán hasta que nos lleven hacia los gruñidos de Atapuerca.