L D (EFE) Además, 1.600 personas resultaron heridas, más de un centenar de gravedad, en su mayoría residentes en el puerto pesquero de Taizhou (provincia oriental de Zhejiang), la localidad más afectada por el tifón. En cuanto a las pérdidas económicas, se calculan en cerca de dos millones de dólares sólo en esta provincia.
En referencia a las causas de las muertes, según el portavoz del Centro de Información de Zhejiang “la mayoría murieron al desplomarse sus casas, pero otras fueron golpeadas por los letreros arrancados por el fuerte viento”.
La fuerza del viento, que alcanzó los 160 kilómetros por hora, y las precipitaciones -300 milímetros por metro cúbico-, ha causado graves daños en las infraestructuras de esta provincia, la más rica de China. En la capital provincial, Hangzhou, donde las temperaturas descendieron 10 grados en sólo unas horas, el tráfico aéreo se ha visto interrumpido de manera constante en los últimos dos días.
El tifón asoló Taizhou y las localidades costeras de Wenzhou, Lishui y Quzhou durante 13 horas antes de adentrarse en el interior, donde se ha transformado en una tormenta tropical.
Según el portavoz del Centro de Información, el gobierno chino ya ha aprobado una ayuda inicial de 7,3 millones de dólares para poder acometer la situación de emergencia que se ha producido en esta zona del país.
Además de mantener la alerta de emergencia en ocho provincias costeras y del interior, las autoridades han advertido a la población sobre posibles desbordamientos y corrimientos de tierra debido a las intensas lluvias que acompañan a este fenómeno climatológico.
Este tifón, el decimocuarto que se abate contra las costas de Zhejiang este año, podría compararse por su violencia con el que golpeó esta provincia en 1997 y dejó un saldo de 236 muertos y 2,3 millones de dólares en pérdidas económicas.
En referencia a las causas de las muertes, según el portavoz del Centro de Información de Zhejiang “la mayoría murieron al desplomarse sus casas, pero otras fueron golpeadas por los letreros arrancados por el fuerte viento”.
La fuerza del viento, que alcanzó los 160 kilómetros por hora, y las precipitaciones -300 milímetros por metro cúbico-, ha causado graves daños en las infraestructuras de esta provincia, la más rica de China. En la capital provincial, Hangzhou, donde las temperaturas descendieron 10 grados en sólo unas horas, el tráfico aéreo se ha visto interrumpido de manera constante en los últimos dos días.
El tifón asoló Taizhou y las localidades costeras de Wenzhou, Lishui y Quzhou durante 13 horas antes de adentrarse en el interior, donde se ha transformado en una tormenta tropical.
Según el portavoz del Centro de Información, el gobierno chino ya ha aprobado una ayuda inicial de 7,3 millones de dólares para poder acometer la situación de emergencia que se ha producido en esta zona del país.
Además de mantener la alerta de emergencia en ocho provincias costeras y del interior, las autoridades han advertido a la población sobre posibles desbordamientos y corrimientos de tierra debido a las intensas lluvias que acompañan a este fenómeno climatológico.
Este tifón, el decimocuarto que se abate contra las costas de Zhejiang este año, podría compararse por su violencia con el que golpeó esta provincia en 1997 y dejó un saldo de 236 muertos y 2,3 millones de dólares en pérdidas económicas.