El viento soplará con fuerza en las comunidades del Cantábrico, especialmente en Galicia, donde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado la alerta naranja (riesgo importante) ante la posibilidad de que se alcancen rachas de hasta 130 kilómetros por hora
LD/Agencias
Compartir
Tuitear
Enviar
Enviar
BALBI dijo el día 13 de Noviembre de 2009 a las 19:36:
Corría la segunda mitad de los años cuarenta:
- Batería de costa de Punta Udra, una noche.....
- Fortísimo viento, lluvia y enormes olas
- La sirena de un barco daba la voz de alarma, ¡¡socorro!!
- Todos en pie, ¡¡Zafarrancho!!, dos grandes reflectores se iluminaron para orientar a los náufragos.
- Los artilleros, con linterna iluminaban las mejores zonas de llegada, para que las olas no aplasparan a los náufragos contra las rocas.
- Unos se salvaron, otros murieron
- Recuerdo ó toxo ardiendo gracias a los macarrones de pólvora de las cargas de proyección, al amparo de unas rocas, y las caras de los marineros iluminadas por las llamas.
- Desde entonces, era un niño, cuando como un pescado, recuerdo la dureza y la valentía de esos hombres que salen a la mar, así como a sus familias. El párroco de Beluso, D. José, enterró a muchos.
- La mar, drama, tragedia y despensa.
- ¡¡Cuanto daría por estar en mi horreo, oyendo ulular el viento entre sus rendijas!!.
- No había hombre del tiempo, pocas radios y ninguna TV.
- Un recurdo para todos los hombres de la mar y para sus familias.
Corría la segunda mitad de los años cuarenta:
- Batería de costa de Punta Udra, una noche.....
- Fortísimo viento, lluvia y enormes olas
- La sirena de un barco daba la voz de alarma, ¡¡socorro!!
- Todos en pie, ¡¡Zafarrancho!!, dos grandes reflectores se iluminaron para orientar a los náufragos.
- Los artilleros, con linterna iluminaban las mejores zonas de llegada, para que las olas no aplasparan a los náufragos contra las rocas.
- Unos se salvaron, otros murieron
- Recuerdo ó toxo ardiendo gracias a los macarrones de pólvora de las cargas de proyección, al amparo de unas rocas, y las caras de los marineros iluminadas por las llamas.
- Desde entonces, era un niño, cuando como un pescado, recuerdo la dureza y la valentía de esos hombres que salen a la mar, así como a sus familias. El párroco de Beluso, D. José, enterró a muchos.
- La mar, drama, tragedia y despensa.
- ¡¡Cuanto daría por estar en mi horreo, oyendo ulular el viento entre sus rendijas!!.
- No había hombre del tiempo, pocas radios y ninguna TV.
- Un recurdo para todos los hombres de la mar y para sus familias.