L D (EFE) El Tribunal Supremo ha rechazado la apelación de los padres de Schiavo para evitar la muerte inminente de su hija, después de que el viernes pasado le fuera retirado el tubo que la alimentaba. El recurso ante la última instancia judicial del país fue presentado después de que un tribunal federal de apelaciones de Atlanta (Georgia) y un tribunal federal de distrito en Tampa, Florida, rechazaran dos de sus recursos. "Se trata de una solicitud de emergencia" para que se ordene la reconexión, dijo a Efe una fuente del Tribunal Supremo, que dijo desconocer cuándo el tribunal emitirá un dictamen al respecto.
La implicación de su muerte es "ominosa" para todos los que han defendido su caso, señaló el documento presentado en nombre de los padres de la mujer. Los padres de Schiavo, Bob y Mary Schindler, señalaron que su hija enfrenta una muerte injusta por el empeño de su marido de desconectarla sin prueba concreta de que tiene su consentimiento. Los médicos han declarado que la mujer, de 41 años, morirá de inanición dentro de una semana aproximadamente, si no se la vuelve a conectar.
Poco antes, cinco miembros republicanos de la Cámara de Representantes habían presentado un documento de apoyo a la solicitud de los Schindler ante el Supremo en el que pidieron salvar la vida de la mujer. "No se debería permitir que muera mientras los tribunales determinan cuáles son sus derechos legales y si alguien los ha violado", indicó el documento.
Sin embargo, fuentes judiciales pronosticaron que es probable es que el Supremo se abstenga de intervenir. "Este caso se ha litigado en los tribunales durante muchos, muchos años, y los representantes de Schiavo tuvieron tiempo para hacer valer su caso", dijo un experto en Derecho Constitucional del Instituto Cato, en Washington, Robert A. Levy. El analista señaló que aunque ocurra una intervención del Supremo, es muy difícil que su dictamen se contraponga a la decisión de los tribunales de menor instancia que reconocieron el derecho de Schiavo a morir.
Una suerte similar correría una solicitud planteada al juez de Florida, George Greer, para que considere como evidencia del caso la opinión de un experto que asegura que Terri Schiavo no se encuentra en estado vegetativo, sino de "mínima conciencia". Greer fue el magistrado que acogió la solicitud de Michael Schiavo, el esposo de la mujer, de desconectar el viernes pasado la sonda de alimentación, pese a la oposición de sus padres.
La implicación de su muerte es "ominosa" para todos los que han defendido su caso, señaló el documento presentado en nombre de los padres de la mujer. Los padres de Schiavo, Bob y Mary Schindler, señalaron que su hija enfrenta una muerte injusta por el empeño de su marido de desconectarla sin prueba concreta de que tiene su consentimiento. Los médicos han declarado que la mujer, de 41 años, morirá de inanición dentro de una semana aproximadamente, si no se la vuelve a conectar.
Poco antes, cinco miembros republicanos de la Cámara de Representantes habían presentado un documento de apoyo a la solicitud de los Schindler ante el Supremo en el que pidieron salvar la vida de la mujer. "No se debería permitir que muera mientras los tribunales determinan cuáles son sus derechos legales y si alguien los ha violado", indicó el documento.
Sin embargo, fuentes judiciales pronosticaron que es probable es que el Supremo se abstenga de intervenir. "Este caso se ha litigado en los tribunales durante muchos, muchos años, y los representantes de Schiavo tuvieron tiempo para hacer valer su caso", dijo un experto en Derecho Constitucional del Instituto Cato, en Washington, Robert A. Levy. El analista señaló que aunque ocurra una intervención del Supremo, es muy difícil que su dictamen se contraponga a la decisión de los tribunales de menor instancia que reconocieron el derecho de Schiavo a morir.
Una suerte similar correría una solicitud planteada al juez de Florida, George Greer, para que considere como evidencia del caso la opinión de un experto que asegura que Terri Schiavo no se encuentra en estado vegetativo, sino de "mínima conciencia". Greer fue el magistrado que acogió la solicitud de Michael Schiavo, el esposo de la mujer, de desconectar el viernes pasado la sonda de alimentación, pese a la oposición de sus padres.
El recurso del experto fue anunciado por el gobernador del estado, Jeb Bush, quien junto a su hermano, el presidente George W. Bush, ha sido clave en la campaña para lograr la reinserción de la sonda que alimentaba a la mujer. "La revisión del neurólogo indica que Terri posiblemente recibió un diagnóstico equivocado", dijo Jeb Bush. "Es más probable que se encuentre en un estado de conciencia mínima más que en uno vegetativo persistente", añadió.
Terri Schiavo, de 41 años, sufrió daños cerebrales irremediables tras un paro cardíaco en 1990, cuando hacía régimen para adelgazar.