LD (EFE) Gay explicó que estas dificultades de adaptación no pueden considerarse como una patología ya que "realmente no hay ningún síndrome pos vacacional". La coordinadora de Salud Mental de Córdoba resaltó que cualquier alteración dentro de la normalidad supone un desajuste, y aunque se le ponga un nombre "para conferirle identidad, no existe ninguna enfermedad ni patología".
A su juicio, lo que popularmente se conoce como síndrome pos vacacional es un simple trastorno o un problema adaptativo, "ya que si se tratara de una enfermedad la solución sería no irse de vacaciones". Ese problema adaptativo que se produce a la vuelta de las vacaciones aparece cuando se regresa a la normalidad, pues existe, según esta experta, " un desajuste al enfrentarnos con la realidad y terminar los buenos momentos ", situaciones que pueden provocar "algo de estrés, insomnio y pérdida de ánimo".
La coordinadora de Salud Mental también se refirió a personas con un fuerte estrés laboral previo a las vacaciones, "a quienes la inminencia de reincorporarse a ese estrés les supone un gran problema". Según indicó, estas personas permanecen durante algunos días con un estado de ánimo "irritable", con dificultad para recuperar los horarios de sueño normales, "aunque hay que intentar normalizar la vida y entrar poco a poco en la rutina con sentido común y paciencia".
Gay informó de que este trastorno no precisa ningún tipo de tratamiento, "pues estamos medicalizando la vida de una manera tremenda y será suficiente con esperar unos días e intentar normalizar los horarios, así como adecuarse a la rutina y al ritmo de cada día".
A su juicio, lo que popularmente se conoce como síndrome pos vacacional es un simple trastorno o un problema adaptativo, "ya que si se tratara de una enfermedad la solución sería no irse de vacaciones". Ese problema adaptativo que se produce a la vuelta de las vacaciones aparece cuando se regresa a la normalidad, pues existe, según esta experta, " un desajuste al enfrentarnos con la realidad y terminar los buenos momentos ", situaciones que pueden provocar "algo de estrés, insomnio y pérdida de ánimo".
La coordinadora de Salud Mental también se refirió a personas con un fuerte estrés laboral previo a las vacaciones, "a quienes la inminencia de reincorporarse a ese estrés les supone un gran problema". Según indicó, estas personas permanecen durante algunos días con un estado de ánimo "irritable", con dificultad para recuperar los horarios de sueño normales, "aunque hay que intentar normalizar la vida y entrar poco a poco en la rutina con sentido común y paciencia".
Gay informó de que este trastorno no precisa ningún tipo de tratamiento, "pues estamos medicalizando la vida de una manera tremenda y será suficiente con esperar unos días e intentar normalizar los horarios, así como adecuarse a la rutina y al ritmo de cada día".