Tras ser aprobado por la Asamblea Nacional en votación el pasado 13 de julio, el proyecto contó con el respaldo prácticamente unánime de los senadores --246 votos a favor y uno en contra--.
La iniciativa prevé penas de un año de cárcel y multas de 30.000 euros para las personas que obliguen a las mujeres a vestir velos integrales. Hasta la próxima primavera, las mujeres sólo serán advertidas verbalmente por llevar burka y niqab, mientras que posteriormente se enfrentarán a multas de 150 euros y a la posibilidad de ser obligadas a hacer un "curso de ciudadanía" si persisten en sus comportamientos, según extractos del texto recogidos por los medios locales.
La ministra de Justicia, Michèle Alliot-Marie, recordó al defender el documento que "vivir la República a cara descubierta es una cuestión de dignidad e igualdad". "Es una cuestión de respeto a nuestros principios republicanos", agregó la ministra, que considera necesario "aceptar los valores" de la sociedad gala.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores galo, Bernard Valero, aseguró este martes en rueda de prensa que el Gobierno de Nicolas Sarkozy ha enviado a las distintas embajadas un documento para "explicar" la nueva ley. Valero indicó que, "en términos generales", la opinión pública y las autoridades han entendido la medida.