L D (Europa Press) El secuestrador, precisaron las mismas fuentes, iba armado con dos pistolas automáticas de unas marcas desconocidas en España, Mikros y Max, ambas con el cargador repleto de balas.
Sentado en la fila 5, Mohamed aguardó que la tripulación anunciase la escala del avión en Nuadibú en los minutos siguientes, dejó su asiento, empujó a una azafata y alcanzó la cabina del aparato, apuntando a piloto y copiloto con las dos pistolas que escondía.
Inmediatamente, Mohamed Ould les conminó a que desviasen el vuelo hacia París, donde pensaba pedir asilo político, pero los pilotos le dijeron que era imposible llegar hasta Francia con el combustible que tenía en el depósito el aparato y le dieron dos opciones: Dajla, en Marruecos, o Canarias. Inmediatamente, el secuestrador optó por Canarias y la tripulación decidió aterrizar en Gandó, previo aviso a la base militar española.
Por un "frenazo"
El piloto, según confirmaron las fuentes de la investigación consultadas, forzó un "frenazo" al tomar tierra sabedor de que la única persona que no llevaba cinturón de seguridad era el secuestrador. Cuando éste se desestabilizó, un grupo de pasajeros se avalanzó sobre él y lo redujo. La Guardia Civil accedió entonces al aparato, detuvo al secuestrador y se lo llevó a instalaciones de la base militar para interrogarlo por medio de un intérprete.
Durante su declaración, el Ould Abderraman dijo que no pertenecía a ningún grupo islamista o político y que sólo pretendía llegar a Francia para pedir asilo político. No llevaba equipaje, según pudo comprobar el instituto armado, y portaba documentación mauritana, entre ella un carnet de conducir. Sin embargo, apenas hablaba francés, idioma oficial en la República Islámica de Mauritania, independientemente de los dialectos africanos que practica la población.
Agua hirviendo
Según precisaron las fuentes de la investigación consultadas, una azafata llegó a arrojar una tetera con agua hirviendo en dirección a la entrepierna del secuestrador, salpicando parte del contenido y provocando alguna quemadura leve a uno de los pasajeros, de 36 años, que participaba en la inmovilización de asaltante. Según uno de los pasajeros, Mohamed Ahmed Brahim, alcalde de la localidad mauritana de Inal, fue un grupo de "seis pasajeros" quien participó en la reducción del secuestrador.
Entre los 71 pasajeros y 8 tripulantes, hubo 21 heridos leves, incluido el secuestrador, que se llevó varios golpes y alguna quemadura. Seis personas fueron atendidas en la enfermería de la base militar y otros 15 fueron repartidos por hospitales de Gran Canaria. Ninguno de los españoles que viajaba en el avión resultó herido.
Entre los lesionados, hubo un pasajero que sufrió dos esguinces en sendos tobillos al saltar del aparato a tierra, también se curaron laceraciones, erosiones y contusiones.