L D La obra de Jesse Fernández transita de la pintura al dibujo, del grabado a las cajas-collages. No se trata de una obra menor, de mera alternancia a su innegable pasión por la fotografía, sino de una sostenida creación a lo largo de más de treinta años dedicados exclusivamente al arte. Jesse fue un dibujante excepcional, un buen pintor, excelente grabador y mejor fotógrafo..
Esta exposición pretende mostrar a través de unas 260 obras un Jesse “integral”. A pesar de que, obviamente, el acento de la muestra esté en sus reconocidos retratos (la calidad de los mismos le permitió estar en el staff de revistas como Time, Pagent, Life o Connaissance des Arts y de diarios como The New York Times), de los que se expondrá una cantidad significativa, también se pretende exhibir su serie sobre la Amazonia, sus fotos para Lunes de Revolución, parte de su libro de fotos Les momies de Palerme, publicado en París, en 1980 y la serie sobre el prerrománico asturiano en la que trabajaba cuando le sobrevino la muerte.
Otro apartado de la exposición lo constituyen las pinturas, dibujos y grabados del artista. Jesse Fernández, comienza a pintar bajo la influencia de los expresionistas abstractos y poco a poco va encontrando una línea personal marcada por la fuerza del dibujo, la economía de colores y el trazo firme. De su corto paso por la abstracción (a finales de los sesenta se convertiría en un figurativo convencido) se exhibirá una serie de lienzos que conserva en París su viuda. Los años setenta y ochenta están representados por dibujos y collages que conservan varias galerías de Madrid, París y Nueva York.
Por último, se pretende exhibir sus cajas-collages ya expuestas en la Galería Ynguanzo, de Madrid, en 1976. Siempre de reducidas dimensiones, Jesse acompañaba estas cajas con una especie de “fe de vida” donde explicitaba los referentes literarios, filosóficos y científicos de esta parte de su producción artística.
El catálogo contará con un texto de Guillermo Cabrera Infante, amigo personal del artista que ya ha escrito con anterioridad sobre la fotografía de Jesse Fernández y del comisario de la muestra.
Esta exposición pretende mostrar a través de unas 260 obras un Jesse “integral”. A pesar de que, obviamente, el acento de la muestra esté en sus reconocidos retratos (la calidad de los mismos le permitió estar en el staff de revistas como Time, Pagent, Life o Connaissance des Arts y de diarios como The New York Times), de los que se expondrá una cantidad significativa, también se pretende exhibir su serie sobre la Amazonia, sus fotos para Lunes de Revolución, parte de su libro de fotos Les momies de Palerme, publicado en París, en 1980 y la serie sobre el prerrománico asturiano en la que trabajaba cuando le sobrevino la muerte.
Otro apartado de la exposición lo constituyen las pinturas, dibujos y grabados del artista. Jesse Fernández, comienza a pintar bajo la influencia de los expresionistas abstractos y poco a poco va encontrando una línea personal marcada por la fuerza del dibujo, la economía de colores y el trazo firme. De su corto paso por la abstracción (a finales de los sesenta se convertiría en un figurativo convencido) se exhibirá una serie de lienzos que conserva en París su viuda. Los años setenta y ochenta están representados por dibujos y collages que conservan varias galerías de Madrid, París y Nueva York.
Por último, se pretende exhibir sus cajas-collages ya expuestas en la Galería Ynguanzo, de Madrid, en 1976. Siempre de reducidas dimensiones, Jesse acompañaba estas cajas con una especie de “fe de vida” donde explicitaba los referentes literarios, filosóficos y científicos de esta parte de su producción artística.
El catálogo contará con un texto de Guillermo Cabrera Infante, amigo personal del artista que ya ha escrito con anterioridad sobre la fotografía de Jesse Fernández y del comisario de la muestra.