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Tener hijos es "ultraderechista" y "rancio"

Los socialistas han salido en tromba contra el proyecto de ley de apoyo a la familia de la Xunta, que pretende ayudar a las mujeres embarazadas.

Las distintas fuerzas políticas gallegas están por la Ley de Apoyo a la Familia y a la Convivencia de Galicia presentada por la Xunta y que se tramitará en el Parlamento autonómico durante el primer trimestre de este año. El PSOE, BNG y medios de la izquierda como Público consideran esta ley un ataque a la mujer y llegan a asegurar que con ella se volverá al "patriarcado", que las mujeres sólo cocinarán y tendrán hijos, y que se vuelve a un modelo de extrema derecha.

Poco importa que España sea el país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, que no esté garantizado el relevo generacional y que el sistema de pensiones esté acabado como modelo, al romperse el triangulo de población y dirigirnos a un sistema en el que no habrá suficientes trabajadores para pagar tanta pensión.

A grandes rasgos esta ley pretende ser, según la Xunta, "un apoyo a la vida". Para ello, se realizarán medidas dirigidas hacia las mujeres gestantes que "intentarán que el embarazo llegue a término". Esta línea girará en torno al acogimiento familiar y la adopción. Las embarazadas también serán consideradas unidad familiar para así poder optar a las distintas ayudas y se llevarían a cabo medidas para conciliar la vida laboral y familiar.

El fomento de la natalidad, "ultraderechista"

Sin embargo, esta serie de iniciativas presentadas por la Xunta no ha gustado nada al PSOE y han llegado a asegurar que estas políticas que pretenden fomentar la natalidad y defender a las madres pertenecen al ámbito de la extrema derecha.

Ejemplo de ello son las declaraciones de Beatriz Sestayo, diputada y portavoz de Servicios Sociales del PSG, que ha cargado duramente contra el proyecto de ley. Los socialistas exigen la retirada de una norma que, en su opinión, quiere fomentar "el modelo familiar de la ultraderecha".

Sestayo afirmaba esta semana en el Parlamento gallego que la consejera popular encargada de defender la Ley de Apoyo a la Familia "reproduce el discurso de la Conferencia Episcopal: que las mujeres están aquí para parir y, si tienen suerte, podrán trabajar". Tras esta perla, la socialista calificó estas políticas de "predemocráticas" y su concepción de familia de "rancia y retrógrada". Añadió también que la Xunta busca que el papel de la mujer sea únicamente el de "reproductora y para cuidar mayores".

Críticas a las ayudas a mujeres embarazadas

Por su parte, el Consello Económico e Social, órgano consultivo de la Xunta, se ha manifestado en los mismos términos que socialistas y nacionalistas. En un alegato de corte radical, más teniendo en cuenta la crisis demográfica que vive España, asegura en un informe que el anteproyecto de ley recorta derechos a las mujeres al "impedirles decidir libremente e informadamente sobre su maternidad". Incluso, utilizan como argumento contra Feijóo el tener como fin de la ley "fomentar la natalidad y el derecho a la vida en la formación".

El informe también censura que el proyecto de ley promueva la adopción y la acogida como "alternativa para que la mujer gestante pueda continuar con su embarazo" y que, sin embargo, no cite expresamente el aborto en la ley de apoyo a la familia.

Pero en su pataleta contra la ley, el CES también critica las ayudas a las embarazadas ya que en su opinión no es admisible "al no ajustarse a derecho" que se equipare a los hijos nacidos con los concebidos. Como justificación dicen que el deber de la Xunta es el de "proteger" a las mujeres.

Familia, "núcleo esencial de la sociedad"

Cuando se presentó el borrador de la ley, la consejera de Trabajo, Beatriz Mato, defendió a la familia "núcleo esencial de la sociedad" y dijo que la norma "garantizará la protección de los derechos de las familias".

La consejera afirmaba también que "la familia es el seno donde se inculcan los valores donde se presta protección a la infancia y a los mayores" por lo que habló del "reto de la conciliación de la vida laboral y la familiar".

Si la ley se aprueba, las mujeres embarazadas podrán optar a las ayudas sin tener que esperar al nacimiento de su hijo y podrán ser consideradas como familia numerosa si se trata del tercer embarazo. Tal y como recogía Europa Press, las actuaciones girarán en torno al "fomento del acogimiento familiar y de la adopción" en los casos que sea necesario, así como ayudas y apoyo a mujeres embarazadas en riesgo de exclusión y acciones de inserción laboral de las mismas.

En especial, la ley dedicará títulos específicos a la protección de miembros de especial atención en las familias como los niños, los mayores y los discapacitados o dependientes. Además, la ley fomentará el impulso de la "autonomía e igualdad de derechos para todos los miembros" y trabajará en la conciliación de la vida familiar y la laboral, a la que dedicará un título específico.

Entre otras medidas de conciliación, fomentará la instauración de centros de atención a la infancia en lugares de trabajo, como polígonos industriales, y permitirá a los padres o cuidadores de dependientes y mayores elegir el turno de trabajo más conveniente para sus necesidades familiares.

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